jueves, 23 de diciembre de 2010

Quiero un lector

Hace buen tiempo ya que deseo comprar un lector electrónico. Y he buscado en la web para terminar de decidirme por uno. La elección es un tanto dificultosa para mí, pero tengo claro que el Amazon Kindle está descartado de plano porque su oferta de libros en español es francamente ridícula y, sobre todo, porque tengo muy presente el episodio "Orwell", donde quedó demostrado que Amazon no tiene miramientos en  borrar los archivos del Kindle a su discreción y sin siquiera avisar. Aunque hayan pedido perdón, yo no les creo.

Entonces, los finalistas son dos: el Nook, de Barnes and Noble y el Sony PRS-350. ¿Cuál elegiré? Pues por ahora, mis preferencias se inclinan hacia el Nook.

Me agrada bastante su apariencia sencilla y elegante, a lo que contribuye en gran medida la pequeña pantalla a colores que lleva; además que la oferta de Barnes and Noble de libros en español es muy buena y los precios, razonables. Acepta los formatos PDF y EPUB, lo que me permitirá leer los libros gratuitos de Google Books. Por contra, la batería tiene una duración de diez días.

El Nook, de Barnes & Noble

En cuanto al PRS-350, precisamente fue posibilidad de acceder a Google Books lo que me hizo elegirlo al principio. No me interesa mucho que carezca de una ranura para tarjetas SD, porque siempre estará la computadora para archivar los libros, pero sí que me atrae su pantalla táctil. No obstante, su gran ventaja -a mi criterio- es que parece ser mucho más robusto que el Nook, algo a considerar seriamente en estos lares, ya que ninguno de los dos artilugios está a la venta en Perú, luego, no habrá servicio técnico a mano si se averían.

PRS-350 de Sony
De hecho, esta consideración había bastado y ya había ordenado un Sony a EE.UU., que no llegó a destino por razones que no vienen al caso. Sin embargo, me lo he tomado con soda y lo intentaré de nuevo. Pero me ha vuelto a asaltar la duda y de nuevo estoy evaluando pros y contras.  A lo mejor el próximo intento podría ser el Nook. Total, robusto y todo el otro no llegó... ¿por cuál me decidiré?

jueves, 9 de diciembre de 2010

Lectura: La luna se ha puesto

Hace ya varios años, mientras recorría los puesto de los libreros de la calle Amazonas, me di con un pequeño libro de John Steinbeck, "La perla". Su lectura resultó un descubrimiento fascinante (un día escribiré un post sobre esa novela). Animado por ello, me di a buscar sus mejores novelas, como "Tortilla flat" o "The grapes of wrath", sin ningún éxito; en cambio, me di con otra novela corta, "La luna se ha puesto". Aquí mis impresiones:

Trata la novela de la invasión de un pequeño pueblo por parte de una potencia. A poco se sabe que todo el país fue invadido y que no hay posibilidad de resistencia. Los invasores, una vez instalados dieron inicio a su propósito: comenzaron la extracción de carbón para enviarlo a su país.

Entonces da comienzo a una resistencia que no por inofensiva es menos violenta para el invasor y para los traidores que les dieron ayuda. De pronto, nadie en el pueblo dirigía la palabra a los soldados, nadie hablaba incluso en su presencia, los traidores comenzaron a sentir que su autoridad era insegura. Los trabajadores extraían carbón lentamente, las gabarras no se llenaban con facilidad, las máquinas se estropeaban a cada momento, los jóvenes huían a Inglaterra. Pronto los ingleses bombardearon la mina. Se preparaba una venganza silenciosa. Y así: "El que estaba cercado ahora era el conquistador, los hombres del batallón, que se encontraban rodeados de enemigos y no se atrevían a descuidarse ni un momento. El soldado que se descuidaba, desaparecía (...). Si iba en busca de mujer, desaparecía (...). Si bebía, desaparecía. No podían cantar sino en coro, no podían bailar sino uno con otro y poco a poco dejaron de bailar, y las canciones expresaban la nostalgia de su país".

Y esta amenaza invisible hacía mella en el ánimo de los soldados: "Gradualmente habían empezado a tener miedo, miedo de que aquello no terminara nunca y de que jamás lograran tener tranquilidad ni volver a su país; miedo de que un día se hundieran ellos y los persiguieran por los montes como a conejos". Y así, dejaban las convicciones para convertirse en seres huérfanos, ansiosos por contacto humano, por calor de hogar, al punto de perder el sentido de la responsabilidad y pagar su cara osadía, como el Teniente Tonder, cuyo afán de conversar con una mujer, Molly, le costó la vida. "Resultó, pues, que los conquistadores iban teniendo miedo a los conquistados que el estado de sus nervios les llevaba a disparar contra sombras que se hacían en la noche".

En este estado de desolación y angustia de los invasores, los ingleses lanzaron cartuchos de dinamita en paracaídas del tamaño de un pañuelo sobre el pueblo. De pronto, cientos y cientos de cartuchos inundaron el pueblo y los pobladores los recogían y escondían. De pronto el pueblo estaba armado, "secretamente armados, y el invasor no sabría quién de nosotros está armado". En un intento de detener los previsibles ataques, el invasor detiene al intendente, pero es inútil: "¡Qué hará el pueblo si sabe que le fusilaremos a usted si encienden otra mecha?
- No lo sé -replicó el intendente-, creo que  encenderán la mecha."

No es difícil identificar a la potencia invasora ni al país invadido. Steinbeck hace una reproducción magistral de la resistencia y de la descomposición emocional de los invasores, de su miedo ante un ente invisible pero omnipresente que les oprime cada vez más hasta desbordarlos finalmente. Este ente, el pueblo, se ve retratado con una  autonomía y voluntad propias, libre incluso de lo que diga la autoridad ("al intendente no se le puede detener. El intendente es una idea concebida por hombres libres y eludirá la detención").

Esta novela fue publicada en 1942, es decir, en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, luego, no encontraremos un descenlace en la historia de nuestro pueblo invadido, aunque ya nos lo podemos imaginar. El autor ha encontrado una maravillosa forma de hacernos ver que no importa el estado de opresión ni desventaja en que nos encontremos, porque siempre podremos salir de ella y estar mejor: a través de una reproducción del famoso Diálogo de Fedón entre el intendente y el médico. Y aunque las interpretaciones de éste diálogo todavía no son definitivas, nos sirve para dar, nosotros mismos, el mejor final a esta novela.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Visita a Las Palmas

Hace una semana hubo una exhibición en la Base Las Palmas, y decidí ir a visitarlas. Aunque no pude ver la demostración aérea porque la enorme cantidad de gente que asistía hizo imposible la circulación de vehículos, lo que obligaba a caminar para llegar a la base, sí pude apreciar los pájaros de metal estacionados en la base:

Comencemos con un pequeñín, el Aermacchi MB-339. Este caza fue desarrollado por Alenia-Aermacchi en la década del 70, y su producción se inició en 1978. No he podido averiguar en qué año la FAP adquirió los 14 MB-339 que opera. Los dos ejemplares (uno de ellos con matrícula 456) que estaban en las Palmas muestran la insignia del Grupo Aéreo N° 4, con base en La Joya, Arequipa. Ignoro si las 14 unidades se encuentran allí, pero es lo más probable desde el punto de vista logístico.

El Aermacchi MB-339 es un avión de ataque ligero y entrenador. La versión peruana se denomina MB-339AP, lo que significa que se trata de la primera versión del diseño (la "P" es un añadido que indica "Perú"). Puede llevar dos misiles Matra 550 Magic de corto alcance, lanzacohetes y bombas de caída libre.


Ahora sigue el Sukhoi Su-25, uno de mis aviones favoritos. Se trata de un avión ruso de ataque al suelo, muy bien blindado y fuertemente armado. Su tarea principal es cazar tanques enemigos y brindar apoyo aéreo a las tropas. Para ello cuenta con una amplia panoplia de armas, que incluyen bombas de caída libre y guiadas, misiles aire-tierra y aire-aire para autodefensa y un cañón de 30 mm. Es un avión sumamente maniobrable y muy robusto.

En Las Palmas estaban dos unidades, el 085 y el 087, pertenecientes al Grupo Aéreo N° 11, que opera en la Base Aérea El Pato, en Piura. Su misión allá es proteger la refinería de Talara. Como novedad presentaron un nuevo esquema de pintura, muy bonito, valgan verdades. Lástima que no hayan estado armados.

El 085 en Las Palmas. Hermoso avión.
Seguimos con el Mirage 2000. Se trata de un caza polivalente de ala delta desarrollado en Francia en la década de 1970-80. Perú adquirió 24 naves Mirage 2000P en 1982, de las cuales 2 eran modelos biplaza DP, pero la crisis de los ochenta obligó a recortar el pedido a sólo 12 unidades. Es capaz de cumplir funciones de superioridad aérea, intercepción y ataque al suelo. Se trata de un avión de avónica avanzada y relativamente moderno. En la base peruana se encontraban dos unidades: el 195 y el 064. Los Mirage 2000P tiene su base en La Joya, al sur del país, aunque esta vez los aviones no mostraban insignias en el fuselaje.


Y para cerrar, el rey de los cielos peruanos, el MiG-29. La unidad es la 048, y presta servicio en el Grupo Aéreo N° 6, con base en Chiclayo. El MiG-29 es un caza interceptor desarrollado en la Unión Soviética, aunque nuestros MiG-29 fueron adquiridos en 1998 a Bielorrusia; luego, la FAP compró 3 unidades más a Rusia, haciendo un total de 21, de los cuales siguen en servicio 19 unidades (2 se perdieron en accidentes). Esta vez sólo se encontraba en exhibición la unidad 048. Como el resto de aviones, esta vez estaba desarmado.


Emblema del Grupo Aéreo N° 6, se aprecia en las derivas del MiG.29,
debajo de su matrícula.
Desafortunadamente no pude ver estos pájaros de metal en vuelo esta vez, ya habrá suerte el año que viene.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Elección de Presidente del Poder Judicial

Como se sabe -y para los que no saben-, el 2 de diciembre será la elección de un nuevo presidente del Poder Judicial (PJ). Dos son los candidatos en esta lid, César San Martín y Enrique Mendoza. Y ayer, que el diario El Peruano ha publicado las propuestas y me ha dado en gana comentarlas.

Comenzaré diciendo que los dos coinciden en que hay que dar relevancia a la Corte Suprema (San Martín habla de posicionamiento institucional de la Corte Suprema y del Presidente del Poder Judicial y Mendoza de una optimización de la defensa institucional). Acá sí estoy de acuerdo porque todo el mundo (me refiero a las autoridades) ningunea a la Corte Suprema, y con razón porque ostenta el triste mérito de tener pésima reputación ante todos. Si hacen un esfuerzo, se acordarán de los incidentes en los que Villa Stein tuvo que recordar al ejecutivo que él era jefe de un poder del estado. Qué vergüenza que tuviera que ser así, pero es el Poder Judicial se lo ha ganado a pulso.

Sigamos. César San Martín escribió que su eventual gestión tendrá dos objetivos: fortalecer la independencia de los jueces y aplicar un proceso de modernización judicial sostenido. Para ello, tendrá cuatro ejes: 1. Posicionamiento de la Corte Suprema; 2. Fortalecimiento de la gestión institucional; 3. Mejoramiento del acceso a la justicia; y, 4. Afianzar la lucha contra la corrupción.

Muy bien, aunque me hubiera gustado que explicara cómo llevará a la práctica estos cuatro "ejes", sé de sobra que no podrá, y no por incapacidad sino porque cada eje es una especie de cuco gigantesco que requiere un buen par de lustros para cambiar. Veamos, ¿fortalecer la gestión institucional? ¿Con Suero a la cabeza de la Gerencia General? Ya lleva diez años allí y a ver quién es el guapo que me dice que estamos mejor hoy que el 2001. ¿Mejoramiento de acceso a la justicia? ¿Afianzar la lucha anticorrupción? ¿Cuál lucha? No se ha de referir la de los juzgados y salas especiales, visto que están a un mes de su desactivación, ni de alguna iniciativa para echar de la judicatura a tanto juez que pasea por allí en Mercedez Benz o tiene 100,000 dólares en su ropero. ¿Califica de corrupción que ciertos expedientes lleguen a la Corte Suprema y se queden allí durmiendo el sueño de los justos hasta que prescriban? Allí está el ejemplo del caso Lucchetti. Entonces, si no hay ninguna lucha anticorrupción, no veo qué va a afianzar en caso de llegar a la presidencia el doctor San Martín.

Enrique Mendoza comienza con una afirmación un poco tirada de los pelos: dice que Perú aspira a ingresar al primer mundo y que por eso se debe cambiar el modelo del PJ. ¿Primer mundo, cambiar el modelo? Debe ser un chiste, porque ni yo podría vivir una semana en el primer mundo con mi sueldo ni el modelo se cambia como si fuera la pintura del edificio Alzamora Valdez. Este nuevo modelo incluiría jueces altamente profesionalizados y -agárrense porque esto es bueno- personal plenamente identificado con vocación de servicio. No dice que hará con lo que carezcan de tal vocación, pero habrá que preguntárselo porque es de interés de la práctica mayoría de servidores, pues el PJ es el mejor lugar del mundo para destrozar tu vocación de servicio.

Dice también que buscará la reducción de los plazos procesales.  Este debe ser otro chiste. Si ahora los plazos, siendo como son, no se cumplen, menos se van a cumplir si los reducen.

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Todo muy lindo. Cómo pretenden hacerlo... bueno, esa ya es harina de otro costal. El artículo del diario no dice nada al respecto. Aunque hay cosas muy románticas (San Martín: "implantar un certiorari para la Corte Suprema", "hacer más rápidos los procesos") y otras vagas ("una estrategia más fina del plan de descarga nacional", Mendoza: "campañas para lograr el compromiso por los valores éticos), la mayoría son lugares comunes de toda candidatura de este tipo. No tengo a la mano las promesas del Presidente Javier Villa Stein, pero más o menos iban en el mismo sentido y estamos peor que hace dos años.

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Pero lo resaltante de esas dos candidaturas es que parecen estar en otro plano de la realidad. Ninguno menciona la importancia de los trabajadores en sus respectivas propuestas, para ellos no hay empleados con sueldos paupérrimos y exceso de trabajo. Parecen no saber que en este mismo instante en que yo escribo y ellos tratan comprometer el voto de los colegas, los empleados judiciales no están en sus oficinas, sino gritando en el Congreso, protestando por la escala remunerativa, acatando una huelga que ya va a cumplir un mes sin que nadie haga nada por atender las demandas. Imagino que tampoco les importa, porque esos trabajadores no votan para elegir al Presidente del Poder Judicial.

Así, la elección de presidente del Poder Judicial me importa muy poco y sus propuestas no me van. Créanme que he hecho un gran esfuerzo por no mofarme de las vaguedades que ofrecen los dos, ni para indignarme por la omisión de los trabajadores en sus discursos, aunque no debe extrañar, pues el discurso no es para nosotros, sino para los colegas que votarán por ellos. Y quien salga me vale, ¿entienden?, me vale.

jueves, 4 de noviembre de 2010

La huelga en mi trabajo - 1

Este es un correo que publiqué hoy en la red del Poder Judicial. Lo cuelgo aquí para que pueda ser visto, como dice el refrán, por Raymundo y todo el mundo.

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Bonita noticia nos trae el correo hoy, el señor Presidente la Corte de Lima ha sustentado la unificación de los sueldos de los magistrados en la Comisión de Justicia del Congreso y ella fue aprobada. Incluye fotos.

Es decir, que el señor Presidente de la Corte de Lima se está ocupando diligentemente en un aumento sustancial de las remuneraciones de los magistrados, en medio de la huelga que hacen -hacemos- los trabajadores reclamando una nueva escala remunerativa, lo cual significa en buen cristiano, que más o menos pedimos lo que él ha conseguido para los jueces.
Claro que se puede argumentar que lo de los jueces es justo, pero el hecho de que tal sustentación y aprobación se haga con la huelga de los trabajadores recien iniciada, no sólo es una muestra de indiferencia personal del Presidente de la Corte de Lima hacia el pedido de quienes ganan menos, sino que demuestra bien la posición general de los jueces: les importa un bledo nuestra huelga. Y esa es una razón de peso por la cual apoyarla.

Es que los jueces y más aún los jueces superiores, ganan mucho más que los relatores, secretarios y asistentes (un vocal superior de mi sede, Alimar, gana entre sueldo, bonos y gastos, unos S/. 15,000 al mes). Por contra, un asistente gana por sueldo y bonos unos S/ 1,700. Y nuesto bono "anticorrupción" se acaba en diciembre, con lo cual quedamos en S/ 1440, menos del 10% del sueldo de un magistrado.

Y eso no basta para vivir con suficiencia, sin preocuparse por las cuentas, obedeciendo el mandato legal de la "dedicación exlusiva". Sencillamente no basta para que cada uno se realice como persona. Siempre se puede decir que, si no estamos contentos, pues "vayamos a buscar otro trabajo", pero esa es una bajeza. Los magistrados, por lo menos los que yo conozco, sólo reconocen que su trabajo se sustenta en el nuestro en los discursos de aniversario, porque cuando hay huelga lo primero que reclaman es que no se afecten las audiencias.

¿Cómo? Pues sí, que tenemos derecho a parar si deseamos, pero sin afectar el trabajo. Entonces no sería huelga pues. Siguen sin tomarnos es serio, siguen preocupados por sus propios planes, por llenar las estadísticas con producción porque en función de ello ascenderán y porque la Corte exige producción para que el señor Presidente pueda exponerlas en el Congreso cuando solicite unificación de los ingresos.... y siguen bastos.

Por estas razones, creo que debemos apoyar la huelga ahora. Y se los dice alguien que nunca las ha acatado porque sencillamente no se ocupaba de ellas. Pero al final siempre llega el día que a tu magistrado no le intersa firmarte la encargatura porque le colmaste la paciencia, o te quiere sacar y no te dice nada, o las dos razones juntas. Y entonces sabes que, si un día apoyaste fuera de horas, o algunos -varios- sábados te la pasaste en la oficina trabajando, ha sido todo gratis, porque nadie te va a agradecer nada, el PJ no te va a pagar horas extra, ni te vas a convertir en el asistente del año. Pero la producción de tu magistrado se beneficia.

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En otro tema, ¿qué se puede decir de la Oficina de Prensa de la Corte de Lima? Podríamos criticar su afición a seguirle los pasos al Presidente, o su costumbre de publicar fotos (mal tomadas, dicho sea de paso) que muy pocos deseamos ver, y su obstinación a cerrar los ojos en todo lo demás que tambieén constituye prensa de la Corte (como la huelga, por ejemplo), pero sería inútil. De modo que me gustaría sugerir más bien un cambio de nombre que refleje más sus funciones: en vez de Oficina de Prensa de la Corte debería llamarse "Prensa de la Oficina de la Presidencia de la Corte".

lunes, 25 de octubre de 2010

De todas las personas....

De todas las personas a las que puedo fallar, tenía que ser a ti. Esta vez no lo pude solucionar. Es algo insignificante, ya sé, si siquiera merece la pena, pero era importante para ti y debía ser importante para mí. Voy a tratar de arreglarlo ahora.

De todas las personas a las que puedo fallar, tenía que que ser a ti. Pero es que no he tenido manera de evitar meterme en este hoyo. Sí, ya sé que no es un gran problema, ni siquiera es el gran hoyo que parece, en unos días estaré de nuevo a nivel, pero he debido prever que no iba a poder acudir cuando me necesitases, y aun así no he hecho nada. Entonces la falla es doble: por fallar y por no haberlo previsto.

A todas las personas me permito fallarles, y de hecho a todas he defraudado alguna vez, incluso a ti. La diferencia es que contigo no lo puedo superar tan fácil. Contigo lo tengo que reparar yo, no el tiempo. Defraudar al resto no me importa mucho. A todas las personas puedo fallar, pero no a ti, mamá.

viernes, 22 de octubre de 2010

No hay alcaldesa (2)

Hace veinte días se realizaron las elecciones y todavía no hay ganadora. La ventaja de Villarán sobre Flores en estas dos semanas se había mantenido en unos 39,000 votos, hacia la noche de ayer había disminuido a 21,430 y a esta hora es de sólo 7,844 votos. Yo deseo que Flores gane las elecciones, y me parece que así será porque ahora que los votos se pelean en los Jurados Electorales es donde un partido organizado muestra su valía.

Y vaya que el PPC lo es. Sus personeros, entrenados ya en elecciones pasadas, son duchos a la hora de hacer valer cada voto a su favor y tachar los adversos. Al contrario, FS es una agrupación formada por varias agrupaciones poco antes de los comicios, y ahora se ve la consecuencia de esa improvisación: sus personeros ni tienen experiencia ni son suficientes. Con una diferencia más holgada ello no hubiera sido posible, pero ya ven, el electorado lo quiso así.

Lo bueno, dentro de esta espera, es que las voces de fraude se han acallado, en gran medida porque las dos contrincantes expresaron en todo momento su confianza en la autoridad electoral. Bien por ello (aunque tengo para mí que la salida de Bayly del canal también contribuyó: enhorabuena porque sus alharacas monotemáticas ya me estaban cansando).

lunes, 18 de octubre de 2010

Chile y sus 33

La semana pasada ha estado marcada por el famosísimo rescate a los 33 mineros chilenos. He de reconocer que también yo he estado atento a la tele para ver a los últimos mineros salir de su prisión subterránea. Bien por ellos, realmente es un logro extraordinario haberlos sacado vivos y bien de allí. Y eso me lleva a una pregunta que no he visto en ningún diario: ¿y si hubiera ocurrido aquí?

Chile tiene una de las legislaciones más duras respecto a la seguridad minera, y el presidente Piñera ha prometido endurecerlas aún más, en un esfuerzo para evitar que accidentes se repitan en el futuro. ¿Y aquí?

Se puede decir que no tenemos minas de esa profundidad, pero lo cierto es que estamos muy lejos de los chilenos. Nuestros estándares son laxos (en junio nomás unos 400 barriles de petróleo acabaron en el río Huallaga, y no he visto a nadie sancionado por ello), nuestras multas, irrisoriamente bajas con respecto a los estándares mundiales (Chinalco ha preferido pagar una multa por no pasar a sus trabajadores a planilla, porque era más barata que la planilla). Y nuestra Marina de Guerra no tiene la capacidad técnica de diseñar y construir en tan poco tiempo una cápsula similar a las Fénix de la Armada de Chile. La solidaridad de nuestra sociedad sin duda sería igual o mayor a la chilena, pero ¿sería bien utilizada?, ¿no están procesados muchos funcionarios que se apropiaron de las donaciones para los perjudicados por el terremoto de Pisco?

En fin, para qué seguir haciendo comparaciones que van a probar la desventaja en que estamos. De veras Chile nos lleva una ventaja enorme, muchos más que los 20 años que dicen los economistas. Bien por los chilenos y sus 33 nuevos héroes. Para nosotros, interrogantes.

sábado, 9 de octubre de 2010

La Gran Estafa

La selección peruana de fútbol ha ganado ayer un partido amistoso a la selección de Costa Rica. Dos goles en tres minutos bastaron para dar cuenta de un rival sin oficio. La prensa analiza el partido, elogia a los jugadores, y se arma todo el circo. Y la gente está contenta.

Ya le ganamos a Canadá y a Jamaica hace un par de meses, dos países de los que nadie sabía que tenían selección de fútbol. Ahora nos cebamos con Costa Rica. Luego deben venir la selección de pingüinos de Groenlandia y la de Pigmeos subsaharianos. Pasadas estas pruebas de fuego, vienen rivales de mejor fuste, como Bolivia, por ejemplo.

Citando a Augusto Elmore, se trata del comienzo de la Gran Estafa. Rivales huevo para crear expectación en la hinchada, tener predispuesta a la prensa y hacer caja con los anunciantes, antes de protagonizar el desmadre de siempre con los partidos oficiales, ante rivales de verdad, y de los cuales se culpará al técnico, a los jugadores, al fixture, a la cancha, al árbitro y a todo el mundo, pero del que saldrá vivo el impresentable presidente de la FPF, Burga, ese miserable que no se mueve de la federación hace mil años y que es el único responsable de que estemos en la cola de Sudamérica.

jueves, 7 de octubre de 2010

¡El Nobel! y Lectura: Conversación en La Catedral (I)

Estaba yo escribiendo esta entrada cuando llegó la magnífica noticia del Nobel para Mario Vargas Llosa. ¿Qué elogio puedo hacer de él que no haya sido hecho ya a estas alturas? Creo que el mejor es leerlo, y como no he querido dejar pasar la fecha tan especial, deseo que sirva esta entrada -cuya continuación escribiré luego- como un pequeño homenaje a mi admirado Vargas Llosa.

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Hace un par de semanas ha terminado la magnífica novela de Vargas Llosa, acaso su mejor novela (para mí, no hay dudas: es), Conversación en La Catedral. El autor hace una demostración magistral de las técnicas narrativas más modernas, y utiliza alternadamente varias de ellas, haciendo del libro una lectura difícil para el lector promedio (lo que quiere decir que para el peruano común, es chino).

La clásica pregunta que hay nada más comenzar el libro se ha convertido en parte del imaginario colectivo del país, casi en un dicho popular.  Sin embargo, y aunque se lo pregunta, a Zavalita no le atormenta en qué momento se había jodido el Perú, sino él:

"Las manos en los bolsillos, cabizbajo, va escoltado por transeúntes que avanzan, también, hacia la Plaza San Martín. Él era como el Perú, Zavalita, se había jodido en algún momento. Piensa: ¿en cuál? (...). El Perú jodido, piensa, Carlitos jodido, todos jodidos. Piensa: no hay solución."

La historia se desarrolla en tiempos de Odría, aunque comienza cuando ya el régimen del ochenio ha caído, Santiago Zavala, o Zavalita o el flaco, se topa casualmente con Ambrosio, y revive a través de una conversación omnipresente a lo largo del libro sus vivencias desde la adolescencia hasta ahora, sus casi cuarenta, a donde llega siendo un periodista mediocre, dueño de un puestito de mala muerte: jodido.

El libro está dividido en cuatro grandes partes.  En la primera, el autor nos lleva a los días de Zavalita como editorialista de La Crónica, diarios sensacionalista donde trabaja, pero también a los días de adolescente de Santiago, hijo de una familia acomodada que además hace buen dinero contratando con el gobierno de Odría, y que decide ir a San Marcos en lugar de la Católica, donde se incorporará a Cahuide, brazo estudiantil del Partido Comunista clandestino.  También nos lleva a Ica, para conocer la historia de Cayo Mierda, el temible director de gobierno interior y luego ministro de seguridad del régimen.

Vargas Llosa lleva la narración de esta primera a través de diálogos principalmente, los que intercala de manera entreverada y utilizando distintos tiempos, pero el hilo de la historia no se pierde a lo largo de los extensos 10 capítulo que contiene. La atmósfera es fatalista, deprimente ("te salvaste de la perrera, Batuquito, pero a ti nadie vendrá a sacarte de nunca de la perrera, Zavalita") con el mismo sentido trágico que se percibe en la fatal pregunta: ¿en qué momento se había jodido?  Y Zavalita, al rememorar lo acontecido, ensaya respuestas:

"Cuadra diez de la Arequipa, diciembre, siete de la noche -dice Santiago-. Ya sé Ambrosio, ahí"; "¿O había sido cuando, un día o semana o mes después de ver a Aída y Jacobo por la Colmena de la mano supieron que Washington era, efectivamente, el ansiado contacto?"

Esta primera parte, la más extensa del libro, también recoge un extraño diálogo entre don Fermín y Ambrosio, que no se entiende sino hasta la parte tercera, cuando al fin podemos ubicarla en el tiempo, y es capital para el desarrollo de los acontecimientos, y en ella vemos el nombramiento de Cayo Mierda como director de gobierno, su terrible eficiencia y termina con la fuga de Santiago de su casa, al no poder conciliar su vida acomodada con sus ideas comunistas y haber propiciado, sin saberlo, la captura de todo su grupo.

(Continuará)

martes, 5 de octubre de 2010

No hay alcaldesa

Van dos días desde las elecciones y todavía no hay alcaldesa.  Coño, que este suspenso tiene a todo el mundo en vilo. Es la primera elección desde 1983, creo, en que la izquierda, que aúpa a Susana Villarán, ha resucitado con buenas posibilidades de hacerse un gobierno, y qué gobierno, nada menos que Lima, hogar del tercio de peruanos.

En tanto la ONPE cuentas las actas, ya se oyen voces clamando fraude, como Jaime Bayly, otrora crítico acérrimo de todas las variantes de la izquierda peruana y ahora defensor a capa y espada de Fuerza Social. Pero no es culpa de Bayly tampoco, sino de las encuestadoras -todas- y los canales de televisión que irresponsablemente dieron el llamado flash de las cuatro cuando no había ganadora: la diferencia porcentual entre Villarán y Flores era de un punto, o sea, en el margen de error.

Semejante estupidez nos deja un camino bonitamente preparado para las protestas de la perdedora, que indudablemente protestará por fraude.  Mientras tanto, a esperar el conteo oficial, unos 29,000 votos separan a las candidatas y faltan contar dos millones.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Justifiquemos un voto

El domingo serán las elecciones para elegir al alcalde de la ciudad.  O alcaldesa, mejor, que dos damas están en carrera seria.  ¿Por quién votaré?  Pues creo que por Lourdes.  No me gusta la gente que aúpa a Villarán, esos izquierdistas rancios de Patria Roja siguen hablando de lucha de clases, de burguesía, de cambiar el modelo y cosas así. Para ellos no hubo Muro de Berlín. Y como no van a cambiar, hay que esperar la "solución biológica", como se dice de Fidel Castro, lejos de cualquier cargo público.

Aunque las dos damas me parecen capaces y con la foja de servicios limpia, Lourdes me da más confianza.  Ni me van ni me vienen sus vínculos con Cataño porque al fin y al cabo uno es abogado y tiene que pagar las cuentas. Si Cataño importa autos viejos es porque la ley lo permite, y si es acusado de narco, bueno, habrá que esperar que una sentencia diga que efectivamente era narco, mientras tanto, dice la ley que es inocente... y no me frieguen.

Aunque pensando bien, lo que me desanima incluso de votar es tener que elegir un alcalde de "esta" ciudad. Ciudad de marras que aborrezco por desordenada, sucia, fea y gris. Eso sí que me desanima.

martes, 7 de septiembre de 2010

Voy bien

A veces se me ocurren bizarras ideas para escribir.  No siempre estoy en el computador para desarrollar lo que he pensado, y al poco rato la idea se me va.  En cambio ahora, teniendo tiempo, tengo vacía la mollera, lo que me recuerda -no sé por qué- que cuando era adolescente, tenía en mi fuero interno bien fijada la idea de escribir una novela.  De hecho, varias veces he comenzado algo, pero nunca fui muy lejos... y mejor que fuera de ese modo, porque -ahora lo sé- lo que escribía francamente da risa de lo malas que son (esos papeles están guardados, primero porque iban a ser continuados y ahora como curiosidad).  Esas veleidades de escribidor ya me pasaron, como se me pasó el hobby de la guitarra, ahora tengo claro que no escribiré nunca nada que no sea un blog ni tocaré como Keith Richards, pero resulta para mí curioso recordar que en la adolescencia uno cree que las cosas más inalcanzables son posibles, que las utopías están al alcance de la mano.  Las utopías, en realidad, sirven no tanto porque vayan a ser realidad, sino porque nos señalan el camino, nuestro camino. Yo estoy andando el camino que decidí, no con la velocidad que desearía -bueno-, pero es el correcto.  El ejercicio de ver atrás es bueno porque sé que a pesar de mis errores, voy bien.

jueves, 26 de agosto de 2010

Cinco años, y ya los olvidamos

El 23 de agosto de 2005 se han cumplido 5 años del aciago vuelo TJ-204 de TANS.  El avión, un Boeing 737-200 con 100 personas a bordo, se estrelló a 10 kilómetros de la pista del aeropuerto de Pucallpa, cuando se disponía a aterrizar.  El Boeing cayó en el fango, en medio de la lluvia y el granizo; de las 40 víctimas, muchas perecieron ahogadas.

El accidente se pareció terriblemente a la caída del Lockheed 188 Electra de LANSA el 24 de diciembre de 1971.  Ambos pilotos volaban muy bajo para evitar el cielo encapotado cuando súbitamente violentas ráfagas de viento los arrojaron contra el suelo.

La prensa cubrió el accidente de TANS de forma indignante, como es su costumbre, exhibiendo sin compasión los cuerpos mutilados de quienes perecieron, pero ninguno prestó atención al informe oficial publicado meses después.

El accidente llevó al cierre definitivo de TANS, y puso en relieve que las lecciones del accidente de Chachapoyas, no habían sido aprendidas.  ¿Aprendimos esta vez?  Si ocurre otro accidente, ¿los olvidaremos también?  En el cementerio de Pucallpa hay un mausoleo dedicado a las víctimas de LANSA.  No hay nada para las de TANS.

viernes, 13 de agosto de 2010

Los días breves

A mí nunca me gustaron las despedidas.  Es más, prefiero no despedirme de nadie e irme sin más, aunque parezca maleducado. No hablo del chau que se dice al ir a trabajar, sino de las despedidas que cierran un ciclo de tu vida.  He tenido algunas: cuando me fui de la pensión en que viví dos años, o cuando tía Yolanda se iba a morir y todos se despedían, todos menos yo (para qué, pienso), si hasta soy ajeno a la costumbre de voltear y hacer adiós antes de abordar un avión.

Y el ciclo más importante que cerré sin despedida fue el 8 de enero de 1996.  Ese día dejé Pucallpa y vine a vivir a Lima, para hacer la universidad.  No me di cuenta en ese momento que dejaba entorno, amigos, recuerdos y vivencias y, sobre todo, mi casa.  Todo cuanto era había sido tomado de allí, y lo dejé sin más. No me di cuenta tampoco del agujero que dejaba en mi casa, ni de la pena resignada que causaba a mi padre, a mi madre; recién veo porqué hasta ahora mi cama sigue en su lugar, mi mesa, mi reloj de pared.

No me ayuda a superar la nostalgia de esa casa el hecho de que en Lima hayamos vuelto a vivir juntos de nuevo.  Ya no éramos chicos, no era la casa, no es lo mismo. ¿Me sentiría mejor si me hubiese despedido dejando ver todo lo que sentía en ese momento?  La pena, la sensación de desarraigo, la curiosidad y sobre todo, el temor ante lo desconocido se quedaron dentro de mí al momento de la partida y los conjuré solito en Lima.  Un abrazo desganado a mi madre, que se moría de tristeza en el aeropuerto fue todo. Y me metí al avión sin hace el adiós que todos hacen.

¿Tendría nostalgia de mi casa, tal como la dejé en 1996, si hubiera sido de otro modo? Nunca lo sabré. En Lima hice la universidad, una maestría, tuve hijos, vivo y trabajo aquí y regresar está tan lejos; de todos modos, no puedo volver a la casa que dejé en 1996, ella está congelada tiempo y no volverá..., yo añoro aquellos días en que todo era fácil, días breves, y el tiempo que pasa no hace más que definir sus contornos y mostrarme que fueron en verdad los mejores días... Si ese 8 de enero hubiese sabido que no iba a volver, habría dicho algunas cosas, habría abrazado a algunas personas, habría volteado antes de entrar al avión.

jueves, 12 de agosto de 2010

Y siguen bastos

Ayer despotricaba contra la prensa limeña y su sensacionalismo. Y hoy, para dar otro ejemplo, encuentro esta nota en El Comercio, el más serio del país: "Excremento le sirve de combustible a un automóvil" (!).

¿Qué? ¿O sea, metemos caca al tanque de combustible? Ya leyendo la nota, resulta que no es el excremento el combustible, sino el gas metano que se obtiene principalmente de la basura y también -pero en cantidades mucho menores por razones obvias- del excremento en plantas de tratamiento adecuadas.




Pero el sensacionalismo dicta tomar la visión más escabrosa, la más sucia de la nota para despertar al atención de la gente: quién se interesaría por un auto funcionando con gas metano, si ya funcionan con gas licuado y gas natural; un auto funcionando con mierda es más interesante, aunque no sea rigurosamente la verdad.

Pero para a un periodismo que sí -éste sí- funciona con mierda faltar a la rigurosa verdad no es inconveniente.

miércoles, 11 de agosto de 2010

El juego estúpido

Francamente ya me harta este juego estúpido en el que participan políticos y periodistas.  La tónica es la misma: ocurre un crimen execrable (de preferencia con un niño como víctima), la prensa sensacionalista que sufrimos pone el susudicho crimen en la agenda nacional, y no tardan los politicastros en salir al frente con soluciones radicales, verbigracia, pena de muerte para el delincuente, la misma prensa publica en portada el anuncio, y listo.

Ha ocurrido así siempre, ¿no se acuerdan de Alan García ofreciendo la pena de muerte para violadores en su campaña, e insistiendo con ello ya desde la presidencia? Fujimori también la planteó ante la ola de secuestros que hubo en los noventa.  Ahora, cuando una niña ha quedado cuadrapléjica a causa de unos asaltantes, se repite el juego estúpido.

Impresa
Candidata fujimorista y portada sensacionlista de Perú21
prestándose al juego estúpido
Sólo que esta vez la protagonista es ni más ni menos que Keiko Fujimori.  ¡Keiko! La hija y candidata del dictador ahora encarcelado por asesino y ladrón.  Ni los políticos ni la prensa le han hecho notar que su papito encaja en el tipo que ella quiere sancionar  -bueno, qué esperar de ellos-.

¿Por qué existe esta complicidad entre prensa y políticos para afirmar estupideces sin avergonzarse?  En el caso de Keiko yo parto de la tesis de que no es una imbécil. Ocurre sencillamente que es una candidata buscando votos.  Lo mismo que Alan en su campaña y Fujimori en la presidencia (que también estaba en campaña), de modo que quieren dar imagen de firmeza ante la población.  Y la prensa, pues vende su producto, escrito, radiado y televisado. De eso vive.

Así todos ganan, el político y la prensa.  Todos menos nosotros, claro, la gente, por lo menos los pensantes. En una sociedad más o menos civilizada, una propuesta así sería repudiada por otros políticos, por la prensa y aún por intelectuales, no tanto por razones filosóficas o legales (que la pena de muerte no tiene ninguna que la sostenga), sino por oportunista e idiota. Pero no somos esa sociedad, somos un pequeño país tercermundista con la mitad de su población apenas por encima de la línea que distingue a un analfabeto de aquel que no lo es.  Entonces, pedir la muerte para un violador es bien visto, compadecerse de una "mamita" es rentable.  Y es una pena.

martes, 27 de julio de 2010

Fokker F-60 MPA para la Aviación Naval

Vamos a inaugurar una nueva sección de este modesto blog.  Creo que en alguna parte he escrito que tengo múltiples aficiones y la aviación es una de ellas.  Sin embargo, advierto que no soy experto.

El 4 de junio la Aviación Naval Peruana recibió dos nuevos aviones de vigilancia marítima Fokker F-60 MPA.  Se trata de un turbohélice bimotor, cuyo diseño básicamente es una versión del Fokker F-50, con el fuselaje alargado para albergar hasta 60 pasajeros.  Se trata del último diseño del fabricante holandés antes de su quiebra en 1996, y sólo se construyeron cuatro unidades (U-01 a U-04). Estas fueron adquiridas por la Real Fuerza Aérea Holandesa y destinados a tareas de contramedidas electrónicas, para lo cual se le incorporaron barquillas (o pods, en inglés) en los extremos de las alas y en la cola; fueron denominadas Fokker 60 UTA-N.

En 2005, dos de estas unidades (U-01 y U-03) fueron convertidas en unidades de vigilancia marítima, pasando a denominarse Fokker 60 MPA.  El 2007 la Real Fuerza Aérea Holandesa retiró de servicio a los cuatro Fokker 60 y los ofreció en venta.

El Fokker 60 MPA con bandera holandesa. Esta es la unidad U-03. Nótese la barquilla en el extremo del ala
Por su parte, la Aviación Naval de la Marina de Guerra del Perú carecía de aviones de vigilancia marítima especializados desde la pérdida de los dos Fokker F-27 MPA en los años 80 (uno de ellos con el equipo de Alianza Lima).  La Aviación Naval realizaba esta tarea con dos aviones Fokker F-27 civiles, que evidentemente no tienen el equipamiento necesario para ese rol y que acusan deterioro debido a alta salinidad.

Perú adquirió las unidades U-01 y U-03, es decir, las aeronaves convertidas a la versión MPA, y les asignó las matrículas AE-563 y AE-564 respectivamente.  Llegaron al país el 4 de junio y ya deben estar en servicio.  Se trata de un importante salto cualitativo en la capacidad operacional de la Aviación Naval porque no sólo son aviones relativamente nuevos, sino que están equipados especialmente para la vigilancia marítima, y el soporte está a cargo de Fokker.  Más bien sería interesante que Perú decidiera comprar los otros dos Fokker F-60 UTA-N que Holanda tiene en venta, no sólo porque lo necesitamos, pues la Aviación Naval requiere al menos tres aviones para cumplir cabalmente su tarea (dos es lo indispensable) y uno más para funciones de inteligencia electrónica, que ahora está a cargo de un Fokker F-27 civil, sino porque así contaríamos con el parque completo de este excelente avión, único en el mundo.

Larga vida a los MPA.

El U-01 con escarapela peruana, pero sin matrícula.
Ahora sí, el U-01 con pintura de la Aviación Naval y con
matrícula AE-563. Ya no tiene barquillas en las alas.
El bulto en la panza alberga el radar de vigilancia marítima.
El U-03, ahora AE-564, realiza un vuelo rasante de demostración.

miércoles, 21 de julio de 2010

¿Viva Google Books? Sí, ¡viva!

Hace unos años Google se propuso una tarea faraónica: indexar todos los libros del mundo y ponerlos en internet. Firmó acuerdos con asociaciones de editores para obtener los permisos respectivos y con bibliotecas para las obras que sean de dominio público. En efecto, comenzó a escanear los libros y el 30 de junio de 2006 debutó Google Books.

El anuncio inmediatamente disparó todas las alarmas de las poderosas editoriales norteamericanas, de algunos gobiernos, como el alemán y el francés y, sobre todo, de la competencia, Amazon, Yahoo y Microsoft, que se oponían tajantemente a la iniciativa con los argumentos de que se crearía un monopolio y que los derechos de autor serían violados. Pero el meollo del asunto es que los libros mueven una industria de miles de millones de dólares. De ahí la oposición encarnizada de editores, asociaciones de escritores, y competencia.  Microsoft y Yahoo también tuvieron proyectos para digitalizar libros y venderlos, pero fracasaron.

Naturalmente, Google venderá los libros que escanee, pero aquellos que se encuentren ya sin protección de derechos de autor, o sea, los editados hasta 1923, son gratis. ¡Gratis! Considerando que escanear un libro cuesta unos diez mil dólares, el beneficio es enorme. ¿Google lo hace por altruismo?  Claro que no, se trata de un negocio. Los libros que sí pagan derechos de autor sostendrán el costo y dejarán ganancias.

Pero a los que gustamos de la lectura, a escuelas y universidades esto sólo puede significar buenas noticias. De buenas a primeras la escuela estatal N° 64011, donde estudié la primaria, tiene acceso a todos los libros de la biblioteca de la universidad de Oxford, de la Biblioteca Nacional de Austria, de las bibliotecas de la universidad Complutense de Madrid, de Harvard, y de cientos más que han firmado acuerdos para que sus libros sean escaneados. Todo gratis. A ver, el Quijote, todo el Siglo de Oro español, el mejor realismo ruso, el romanticismo francés, las tradiciones de Ricardo Palma, todo, a unos cuantos clics.

"Desentierre un clásico.
Escoja entre cerca de un millón
de títulos de dominio público"


¿Y los libros por los que sí hay que pagar? Pues bien, hay que pagar por ellos, no hay otro remedio, pero tampoco es gran cosa. Los precios de libros digitales empiezan en un dólar y medio, una fracción de lo que cuestan en la librería. Sigue siendo un beneficio enorme. De modo que ojalá Google Books siga con su propósito, y sus opositores no se salgan con la suya. Ahora mismo un Juez de Nueva York tiene en sus manos el contrato que sustenta todo el proyecto, para determinar si viola o no los benditos derechos de autor. Ojalá tome una buena decisión.

P.D. Y para terminar, han de saber que Google se ha embarcado en otra tarea: indexar todos los periódicos del mundo... desde la primera edición.

viernes, 2 de julio de 2010

Penal al estilo Panenka

Hoy Uruguay venció a Ghana en la ronda de penales, tras un partido francamente de vértigo; en un minuto, el último, Uruguay pasó del borde del abismo a la gloria a través de una resurrección milagrosa para hacerse de la victoria en los penales.  Y el gol que dio la victoria al equipo uruguayo fue marcado por el Loco Abreu al estilo Panenka. ¿Al estilo qué? Ahí vamos.

La final de la Eurocopa de 1976, disputada en Belgrado entre Alemania Federal y Checoslovaquia, se definía por penales. Alemania iba en desventaja y el último penal era de los checoslovacos, e iba a ser pateado por Antonín Panenka.  El centrocampista tomó carrera, pero en lugar de rematar con fuerza, pica la pelota con un toque suave en la parte inferior, de modo que ésta describe un arco y lentamente ingresa por el centro del arco, mientras el arquero está vencido a un lado, sin posibilidad de reaccionar.  Vean el vídeo.



El gol, además de dar la Eurocopa 76 a los checoslovacos, fue muy famoso y forma parte de la historia del fútbol, a tal punto que desde entonces los penales así ejecutados se denominan "a lo Panenka".  Aquí van dos vídeos más, en el primero, Francesco Totti marca a Holanda en la Eurocopa 2000.



Y esta otra, en la que Zinadine Zidane convierte marca a Italia un penal a lo Panenka en la final del Mundial de Alemania 2006:



Tirar un penal de esta manera es, desde luego, muy riesgoso y exige no sólo el dominio de la técnica sino también sangre fría, pues la posibilidad de fallar es grande, más todavía si se juega lo que se jugó hoy en Sudáfrica.  Sin embargo, la belleza de un penal así ejecutado es suficiente aliciente para que grandes futbolistas lo intenten.  Y el Loco Abreu lo sabía.  Por eso lo hizo, sospecho.



(Aprovecharé para compadecerme del ghanés Asamoah Gyan. El penal que marró en el minuto 120 francamente fue el epitafio de Ghana. Ese balón desviado se llevó no sólo la clasificación, sino la autoestima del equipo, pobrecito).

Abrir y 'aperturar'

En la larga lista de cosas que detesto, la de la gente que habla mal es una de las que más me enerva.  Y buenos pleitos me he ganado por hacer notar las burradas que oigo de mis interlocutores.  Por ejemplo, es común en los fueros judiciales oír 'aperturar' por abrir.  Es decir, el sustantivo 'apertura', cuyo significado es 'acción de abrir', es utilizado como verbo para designar el inicio de un proceso penal. Ejemplos: "A fulano le 'aperturaron' proceso", "ordenaron 'aperturar' instrucción", "el proceso 'aperturado' ayer".

Y esta burrada es moneda común no sólo en secretarios y asistentes, sino también en jueces y vocales dizque doctos, que suscriben autos conteniendo -entre muchas otras perlas, muchísimas- el "verbo" de marras.  De modo que, siguiendo este razonamiento, en estos días lluviosos sería válido decir "por favor, 'apertúrame' la puerta, que me mojo" o, al alimentar a mi hijito, "a ver, 'apertura' la boca, pequeño".

El error tiene su génesis en el nombre dado a la resolución que da inicio a un proceso judicial: Auto de Apertura de Instrucción.  Entonces, el acto de abrir instrucción pasó a denominarse 'aperturar'.  De la jerga judicial al habla coloquial no hay mucho, y de ahí al formal (si es que tienen habla formal quienes usan este "verbo") fue todo un sólo paso.  Y todo esto por falta de formación en el idioma.

lunes, 21 de junio de 2010

Días de fútbol

Aunque hace 15 años no pateo una pelota, a mí me gusta mucho el fútbol.  No el peruano, por supuesto, que esa mediocridad -manifestación deportiva de la mediocridad nacional, dicho sea de paso, lo mismo que nuestros congresistas en la política- es insufrible para mí.

Y en estos días de Mundial mi atención también -como la de medio mundo- está en Sudáfrica.  Y me da gusto ver que la falacia de los "cracks" no es más que eso, una falacia.  Ocurre que, al futbolista talentoso, la prensa llama "crack", "genio", "fenómeno" y una larga lista de calificativos más.  La publicidad y la mercadotecnia, la televisión y los periodistas hacen el resto.  Todo éste cóctel con el tiempo han empujado los pases y sueldos en Europa hasta niveles obscenos, exorbitantes.  En consecuencia, la gente común tiene que un buen jugador de fútbol es prácticamente un semidiós capaz de todo, un ídolo admirado por todas las esferas de la sociedad, al punto que se considera un honor estar cerca de uno.  Y los futbolistas con talento -millonarios, por lo demás- contribuyen a alimentar esa aura, ¿y por hacer qué? Por jugar fútbol.

¿Cómo ocurrió esto?  Más que cómo, la pregunta es cuándo: cuando la FIFA descubrió en la publicidad una fuente prácticamente inagotable de ingresos.  Pero me estoy desviando del tema.

Decía que me da gusto que se derrumbe esta falacia.  Los equipos llegaron con distintos niveles de favoritismo, basados en el número de 'estrellas' que tenían en sus filas y en el 'valor del equipo', o sea, la suma de todos los pases en el mercado europeo.  Naturalmente, las 'estrellas' y selecciones europeas "valían" más que las sudamericanas o las asiáticas.

Pero todos estos héroes de folletín se han derrumbado en Sudáfrica.  Y resulta que auspicios millonarios y mercadotecnia aplastante se van al diablo cuando un equipo de súperestrellas demuestra su ordinaria normalidad y empata (o peor, cae) ante otro que es, según esta misma visión estúpida, inferior.  Ejemplos, Italia, Inglaterra, España y Francia por un lado, y Paraguay, Argelia, Eslovenia y Nueva Zelanda por otro.

¿De veras el valor de 23 personas jugando juntas se puede cuantificar en euros?  Tristes épocas en que vivimos.

Si este Poder Judicial es...

Oficio Circular N° 005-JS-SJPE-CSJL-PJ, remitido por la Oficina de Seguridad, que comunica que la ejecución de un simulacro de evacuación inopinado, realizarse en día y hora "por coordinar".

¿No era inopinado?, ¿para qué miércoles avisan con oficio entonces?

sábado, 19 de junio de 2010

Saramago ha muerto

Ayer ha muerto José Saramago, a los 87 años, y no puedo ocultar mi pena por el gran escritor.  Pocos hombres como él, que han defendido con tanto ahínco la libertad y la dignidad del ser humano. Y pocos, muy pocos, de una obra tan importante.



Yo descubrí a Saramago en la universidad, cuando di por casualidad con un fragmento de su libro "Cuadernos de Lanzarote", donde cuenta que leyó en el diario que un congresista peruano iba a presentar una ley para privatizar las zonas arqueológicas.  Él reaccionó así:
"A mí me parece bien. Que se privatice Machu Picchu, que se privatice Chan Chan, que se privatice la Capilla Sixtina, que se privatice el Partenón, (...) que se privatice el Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela, que se privatice la Cordillera de los Andes, que se privatice todo, que se privatice el mar y el cielo, que se privatice el agua y el aire, que se privatice la justicia y la ley, que se privatice la nube que pasa, que se privatice el sueño sobre todo si es diurno y con los ojos abiertos. Y finalmente, para florón y remate de tanto privatizar, privatícense los Estados, entréguese de una vez por todas la explotación a empresas privadas mediante concurso internacional. Ahí se encuentra la salvación del mundo... Y, metidos en esto, que se privatice también la puta que los parió a todos". 

Esto me llevó a buscar sus libros, y me encontré con una obra fantástica, rica, auténtica, que partiendo de premisas en apariencia absurdas nos hacen ver la fragilidad de nuestra existencia.  Ahí están "La Balsa de Piedra" -la península ibérica se desprende de Europa y se desplaza hacia el sur, ocasionando reacciones increíbles en la gente-; "Ensayo sobre la ceguera" -inexplicablemente todos -excepto una mujer- se vuelven ciegos, y eso hace que la gente vuelva a comportarse como salvajes-; e "Intermitencias de la muerte" -de pronto, la gente deja de morir, pero sigue envejeciendo.

Era también ateo confeso y anticlerical empedernido, y siempre tuvo el látigo listo contra el Vaticano, que tampoco se ahorraba ataques a Saramago, lo que le granjeó no pocos pleitos con la Iglesia Católica y aun con su propia patria, de la que se autoexilió en 1993 a raíz del veto que sufrió su maravillosa novela "El Evangelio según Jesucristo".  Aindamáis, su última novela, "Caín" ha provocado la protesta de la iglesia, pero no puedo hablar de ella pues no la he leído.

Una persona sosegada y tranquila encerraba a un autor incómodo, iconoclasta, rebelde, un espíritu libre y una mente fecunda, que publicó hasta el final en su blog.  En estos tiempos difíciles, se te va a extrañar.

Hasta siempre, José.

martes, 15 de junio de 2010

Lectura: La guerra del fin del mundo

Vale, que la sección literaria de este modesto blog ha estado descuidada últimamente.  Pues es un fiel reflejo de mi descuido en la lectura también.  La verdad es que me he estado robando horas a mí mismo, y las que dedicaba a leer han sido usurpadas y usadas en otras ocupaciones.  Por eso me he demorado en leer "La guerra del fin del mundo", de Mario Vargas Llosa.

Releer, más bien, porque hace ya unos ocho años leí la historia de Antonio El Consejero, un fanático que predicaba en el sertón bahiano en próximo fin del mundo -que ocurriría en 1900-. Esta prédica de pueblo en pueblo, realizada a lo largo de unos 20 años, acarreó al Consejero gran cantidad de seguidores, gente miserable, yagunzos, cuando no bandidos.  Con ellos, El Consejero fundó Belo Monte, lugar elegido para vivir según las enseñanzas del Buen Jesús, dichas a través de los consejos que cada tarde impartía el Consejero.  El problema era que Belo Monte se ubicaba en Canudos, propiedad del hacendado más rico y poderoso de Bahía, el barón de Cañabrava.

Este argumento, sencillo en apariencia, da lugar a una de las más grandes novelas de Vargas Llosa, gran exponente de la novela totalizante, que Mario había dejado luego de publicar "La Casa Verde" y "Conversación en La Catedral", para centrarse en novelas de estructura -digamos- más sencilla: "La Tía Julia y el escribidor" y "Pantaleón y las Visitadoras".

La novela narra la prédica de Antonio el Consejero, la situación política de Bahía y de los políticos que luchan por el poder, monarquistas y republicanos, pero también la condición de los habitantes del sertón bahiano a través de los bandidos, asesinos, comerciantes y mujerzuelas que se convertirán en seguidores del Consejero nada más con oír su prédica.

Con el fin de recuperar su propiedad, el barón de Cañabrava hace enviar una patrulla a capturar al Consejero, pero regresa diezmada por el sertón, el hambre y los bandidos ahora convertidos en santos.  Ante ello, envía un batallón, que es sorprendido a media noche y puesto en fuga por los sertaneros y yagunzos de Canudos.  La tercera expedición militar es comandada por Moreira César, jefe del Séptimo Regimiento, el mejor cuerpo del Ejército del Brasil, cubierto de gloria en la Guerra del Paraguay.  Cada una de estas expediciones es interpretada por el Consejero y sus seguidores como la guerra del fin del mundo, y pelean con fiereza.  De modo que también es derrotado el Séptimo Regimiento.  Finalmente, un ejército de unos cinco mil hombres logra derrotar a los fanáticos de Canudos.

Naturalmente, toda esta narración se da en distintos tiempos, desde diferentes puntos de vista, y siempre sin dar respuesta a la gran pregunta que se hacen los propios protagonistas, ya recordando los hechos de Canudos: ¿cómo fue posible?

Una gran novela, sin duda.

miércoles, 2 de junio de 2010

Hardware y Software

Ayer cogí un taxi.  En realidad, todos los días tengo que utilizar taxis, y tengo predilección por los autos nuevos, que ahora abundan merced al crédito y al gas, pues si pagaré por transporte, que sea en auto nuevo.  Decía que ayer cogí un taxi, y éste tenía una pantalla que ocupaba toda parte posterior del apoyacabezas del copiloto y que mostraba a todo volumen tiras comerciales. Me pareció simpático, hasta que comprobé que la pantalla de marras no se puede apagar, apenas bajar el volumen que revienta los tímpanos.

- No, pe.  Ese es el chiste-, dice el taxista.

Imposibilitado de aprovechar el taxi para leer un poco o para usar el iPod por el ruido, me vi sometido a la repetición interminable de seis comerciales, en las que se me ofrecían hasta toallas higiénicas, y pensaba que, haciendo un símil con una computadora, hay que diferenciar en nuestro compartamiento el hardware y software.

Mejoramos el hardware, hay infraestructura nueva, vehículos nuevos, la tecnología tiene alta penetración -al menos en Lima-, los teléfonos touch screen marcan la moda, pero seguimos sin mejorar el software, lo de adentro, lo que de veras tiene valor. Así, la gente sigue haciendo pichi en los parques, sigues siendo víctima de cada animal al volante, o te endilgan publicidad que no has pedido ni quieres y contra la que no puedes hacer nada más que rogar pronta llegada a tu destino.  Y así, mejorando la cáscara mientras la pulpa es la misma, no mejoramos.

Imbecilidades

De vez en cuando estoy sin humor para aguantar pulgas.  Hoy, que prometía ser ocupado y tranquilo -y no es una contradicción-, trocó de repente en un mal día.  Y en este estado, con la chicha caliente, doy un repaso a la prensa, sólo para comprobar que en esta tres veces coronada villa la gente sencillamente se caga en el resto.  Y se caga no con concha, sino demostrando estulticia, falta de tino, idiotez, imbecilidad.

Un caso. Fiorella Cayo, una actriz cabeza hueca, arrolló a una policía por no recibir la papeleta y fugó, pero dejando todos sus documentos con la misma policía, en un claro ejemplo de la más sublime imbecilidad.  Hoy ha salido su mamá a decir que no era así, sino de otro modo.  No dijo cuál.  ¿Su mamá? ¿Tiene 10 años? Depende.  Intelectualmente, yo creo que sí.

En otro caso, alcaldes con más ambición por reelegirse que vergüenza pugnan por volver al PPC, luego de haberlo abandonado sin pena para colgarse de la efímera popularidad de Alex Kouri.  Y ahora, que, en vez de votantes, aumentan las denuncias de traperías de este asiduo visitante del SIN, los hijos idos del PPC claman disculpas, viendo ya que con Kouri no van a repetir sus alcaldías, con lo que se verifica que el deporte más popular del país no es el fútbol, sino el cambio de bando según la conveniencia. Sólo que hasta para traicionar son imbéciles, visto que luego vuelven con el rabo entre las piernas.

Así, es casi imposible para mí dejar de pensar que el embrutecimiento de la gente de esta capital es un proceso crónico y avanzado, de la que sólo el aislamiento relativo me puede salvar. Leer, oír música culta, ver buen cine (pirata, eso sí, porque no hay alternativa) utilizar la red para acceder a publicaciones que no llegan a Lima, no ver televisión local, no leer la prensa local, no sintonizar radios limeñas; todos son medios válidos para escapar de la vorágine de Lima, del remolino que poco a poco te arrastra al centro, donde confluye lo chabacano, lo vulgar, lo chicha, la cultura del vivo que tanto aborrezco.

lunes, 31 de mayo de 2010

Punto de quiebre

Quien ha leído al gran Julio Ramón Ribeyro, sabe que sus personajes son seres anónimos, marginales, siempre carentes de algo, siempre en pos de algo que saben que no alcanzarán.  Y el propio autor dijo alguna vez que sus personajes en realidad son una parte de él mismo.  Ribeyro, como se sabe, era retraído y tímido, al punto de negar valor a su propia obra, de no promocionarla, aun sabiéndola muy buena, de esconderse.  Ello le ha valido ser casi un desconocido en medio del boom de la literatura.

¿Y por qué hablo de Ribeyro?  Pues porque ahora me identifico con sus personajes, porque como nunca antes, me veo frente a algo importante, a algo que puede marcar el antes y después de mi carrera de abogado.  Estoy en posición de demostrar si soy bueno o no, si soy un abogado entero o nomás paso piola.

La diferencia, claro, es que yo no me chupo.  La oportunidad no se me va a pasar.  No como otras veces, en las que, estando ad portas de algo importante no he hecho nada, me he quedado quietecito, teniendo la certeza de que la oportunidad se me estaba escapando, teniéndola no he dado el paso final.  Y se me fueron muchos trenes.  Esta vez no.  Ahora es diferente.  Ahora no es sólo por mí.  Ahora no me quedaré quieto.  Lo prometo.

lunes, 24 de mayo de 2010

Tierra de muertos

¿Eso es lo que significa Ayacucho o Huamanga?  Pues no sé, y no tengo cómo averiguarlo por ahora.  Tal vez mañana me dé una vuelta por la ciudad y visite algunas sus 33 iglesias, sin rezar en ninguna de ellas.... por ahora, me congelo en un pueblo llamado San Miguel, a unas tres horas de Ayacucho por una carretera malísima. Creo que todos los pueblos de la sierra tienen lo mismo: plaza de armas huachafa (en este caso: mayólicas de colores, pileta como platillo volador con la cabeza de Andrés Avelino Cáceres al medio, bancas de cemento que le congelan a uno las nalgas y arbolitos podados en forma de casco, debajo del cual está una banca), iglesia y municipio destartalados, y gente que mira como si uno viniera de Marte.

Este pueblo pintoresco tiene las calles sumamente empinadas, de modo que cada casa colinda con el techo de su vecino, y las cuadras parecen escaleras orientadas hacia el río.  Yo me arrepentí de bajar por una de esas calles para ver el río, porque la vuelta, la subida, fue un suplicio: me quedé sin aire por la altura.  Sin embargo, la gente es simpática y amable.

Lo bueno es que pude ver, desde lo alto de un cerro, la Pampa de la Quinua, donde se libró la batalla de Ayacucho en 1824.  Eso era todo lo que quería conocer de Ayacucho, y ya estaba resignado a que no sería esta vez, sin imaginar que estaría en el camino a San Miguel.  Pero la vi y eso me deja contento.  Claro que me gustaría estar allí mismo, pero no se puede tener todo lo que se quiere.  Me consuela un poco saber que me ahorro el triste espectáculo de ver el lugar lleno de vendedores y mercachifles que afean y ensucian todo.  El toque peruano a los sitios históricos, pues.  Además, ver la pampa desde tan lejos permite imaginar mejor las evoluciones de los ejércitos que se batieron allí y que tantas veces he leído.

Y a todo esto, ¿que qué hago aquí?  Pues otro día lo sabrán, ya bastante tengo con el asunto que me trae como para andar contándolo.  Mañana vuelvo a Ayacucho, y de ahí de nuevo a Lima.

viernes, 7 de mayo de 2010

A mi madre

Es algo complicado dedicar algo a una madre: las cursilerías me provocan infinita vergüenza y soy incapaz de decir esas frases tipo "feliz día mamá", o regalar esas tarjetas que aparentan elegancia o riqueza, pero acaban siendo ridículas. Pero ahí vamos.

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Debieron ser duros los primeros años de vida con mi padre. Arribaron a Pucallpa debido a la convalecencia de mi abuelo. Él, abogado recién titulado, desconocido en una ciudad extraña, con mujer, dos hijos, y padre desahuciado, seguro que debía multiplicar las horas en la oficina. Y mi madre también multiplicaría lo poco que había disponible. Ellos no hablan mucho de esa época. Tan dura debió ser, yo entiendo.

Pero una vez, de esa época, mi madre sí nos contó que diariamente iba a la casa de mi abuela a pasar el día: "A las seis, cuando ya tardaba, cargaba a Pepe que era chiquito todavía y regresaba a la casa de (jirón) Carlos López caminando. Julio caminaba a mi lado, tenía dos añitos. Ay, a veces le ganaba el sueño y yo sentía que se arrimaba a mi pierna mientras andaba, pero yo no podía cargarlos a los dos; para que no le venza el sueño le hablaba, le cantaba, le hacía contar las puertas que faltaban para llegar a la casa".

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Mi madre siempre fue aficionada a los crucigramas; aun hoy compra el periódico a diario para pasar el tiempo con las palabras cruzadas. En mis primeros recuerdos está la imagen de mi madre rellenando el crucigrama de Ojo, con los dos tomos del Grijalbo al costado, y yo ayudándola. "Río de Alemania Occidental, tres letras, acaba en N", decía mi madre, y yo recurría al mapa del Grijalbo, buscando entre las letras diminutas un nombre que cumpliera las condiciones, mientras ella seguía con otras casillas. "¡Inn, mami, Inn!". Y pasaba frecuentemente que un artículo interesante del diccionario llevaba a mi mamá a buscar otro relacionado, y de ahí a otro, "perdiéndose" en el Grijalbo y leyéndolo toda la tarde.

Mirando y ayudando primero, opinando luego y por último corriendo donde mi padre a la hora que llegaba con los periódicos para ganarle el crucigrama a mamá, yo también acabé por aficionarme a ese pasatiempo. Y cogiendo el Grijalbo desde que aprendí a leer, también aprendí a "perderme" en él, concatenando artículos, adquiriendo como jugando el hábito de la lectura, el amor por los libros, olvidándome a veces de lo que originalmente estaba buscando hasta que mi mamá me decía "¿ya?".

...

Cuando la tía Yoli estaba convaleciente hace un año y requirió donantes de sangre, Daveiva recurrió a mí, y yo accedí, venciendo mi temor a la aguja. En el Hospital me pincharon y sangraron; como agradecimiento, Daveiva me invitó a desayunar. Pedí una hamburguesa y un vaso de jugo. Quien sabe por qué se me bajó la presión en el restaurante, sudé frío y cuando intenté ponerme de pie perdí el sentido. Los gritos de mi prima consiguieron que algunos transeúntes la ayudaran a sentarme en una silla hasta que recuperara la consciencia. Cuando ello ocurrió ya llegaba mi madre en un taxi, con un kilo de carne en las manos: la llamada la cogió en el mercado.

Yo insistía en que ya estaba bien, aunque no lo estaba, pero me sentía abochornado por la incómoda situación de la que era protagonista. Mi madre me abrazó para llevarme a un taxi, como si pudiera sostenerme todavía, y en la ruta a casa no dejó de acariciarme. Me ayudó a subir las escaleras y me recostó en la cama, me preparó sopa y me dejó dormir. Y pensando, pensando, caigo en que la última vez que me acarició fue esa justamente, con caricias que me reconfortaron y la reconfortaron también a ella, porque no era nada serio, pero vaya susto que pegó (¿en qué términos Daveiva le habrá dicho que me desmayé, sabiendo lo histérica que es?).

...

Hoy, que paso enfrente de tantas puertas antes de llegar a casa, que ya no hago crucigramas ni he vuelto a alarmar a nadie por mi salud, no pienso en todas las cosas, grandes y pequeñas, que mi madre ha hecho por mí. Y aun así, cuando debería tener una lista enorme de agradecimientos, sigue siendo difícil escribir algo para ella. ¿Qué le puedo decir que no haya sido dicho ya? ¿qué puedo hacer? No sé. A lo mejor llegue un día en que ella necesite de mis cuidados y sea, de ese modo, un poco mi hija. Y entonces, mamá, me tocará guiarte, quizá enseñarte nuevamente el crucigrama, reconfortarte.

Mientras tanto, mejor no te digo nada, mejor no te escribo nada. Mejor sólo te beso las mejillas, mejor sólo te abrazo en silencio. Mejor te cargo como siempre, ¿ya mami?

miércoles, 5 de mayo de 2010

Yo no voy a dar nada

El 3 de mayo dos mujeres, Magaly Díaz y Katicsa Kovacs, amigas ellas, estaban en una fiesta.  No se sabe bien el motivo, pero el caso es que las dos cayeron desde un cuarto piso -imagino yo que ebrias-, con el resultado previsible: una murió y la otra, la Kovacs, quedó en estado de coma.

Lo particular de la tragedia es que la superviviente es hermana de un actor de televisión.  Ello ha motivado que diarios y noticieros televisados den amplia cobertura al asunto.

Así, en mi habitual recorrido a los noticieros de la noche, he visto entrevistas a familiares y amigos de la Kovacs, vi transmisiones en vivo desde la clínica, también vi vídeos de su boda, de cuando era chica y demás boberías.  Y vi números de cuenta bancaria para hacer donaciones.

¿Cuentas bancarias? Ocurre que a mí me da risa esto de las colectas pro salud de gente que en condiciones normales muestra un estilo de vida holgado, despreocupado y desinteresado del resto.  Sin ir muy lejos, también hubo colecta pública por el hermano de una actriz que finalmente murió hace cosa de un mes, y me parece que hay otra todavía en curso para la hermana de un periodista que sufre un mal incurable.

Total que cada vez que alguien con cierto reconocimiento merced, digamos, a un programa de TV, tiene a un familiar enfermo puede alegremente renunciar a la intimidad de un momento de desgracia y pedir dinero regalado, para no afectar la economía de la familia.  Pero con estilo, sin hacer polladas o rifas, ni vender Natura, como hace la gente anónima en una emergencia.  Tiene que ser colecta fashion, con cuenta en el banco, para que Lazslo Kovacs, el hermano, pueda visitar a su hermana conduciendo la carísima camioneta que posee, lo mismo que su padre, en la costosísima clínica particular donde está internada.  ¿Así piden colecta?  Vendan las camionetas, pues, si tanto necesitan.

Yo creo que la caridad pública debe solicitarse cuando no hay a dónde más recurrir, cuando se está en la orfandad material, cuando todas las puertas se han cerrado, o casi.  Pero pedir dinero regalado sin renunciar, aunque sea públicamente, a los pequeños lujos que gustan ostentar me parece por lo menos cínico.

No me alegra la tragedia de la muchacha. Ojalá no muera, por lo menos. Pero tampoco me parece correcto que la familia haga colecta pública para los gastos médicos si tienen recursos económicos para afrontarlos.  Propiedades que se pueden hipotecar, vehículos costosos que se pueden vender, ahorros que se pueden tomar, todo eso tienen.  Pero más fácil es aprovechar la popularidad del hermano actor y el afán de vender una tragedia de la televisión para movilizar la pena popular.

Por todo lo dicho, yo no voy a dar ni un sol.  Más me vale guardarlo para cuando me toque afrontar mis propias emergencias, dado que no soy actor conocido, no sé preparar polladas y no me gusta vender rifas.

Y eso que faltan los informes especiales del domingo.  Felizmente tengo cable.

martes, 4 de mayo de 2010

El gimnasio de Castañeda

Ya sabemos la predilección del alcalde Castañeda de poner el nombre de su partido Solidaridad a todas las obras y programas municipales que pueda.

Así, los hospitales municipales, se llaman Hospitales de la Solidaridad; las escaleras para los pobladores de los cerros se llaman Escaleras de la Solidaridad, las piscinas públicas son "Solidarias", igual que los programas municipales de cualquier tipo.

Ayer, circulaba por la avenida Argentina y vi en el paseo que hay en la tercera cuadra, una carpa con el letrero "SolGym" pintado a sus cuatro lados: trátase de la nueva cadena de gimnasios municipales, los gimnasios de la solidaridad, como dice más abajo.

¿Alguien puede protestar por este uso descarado que hace el alcalde de los recursos públicos para promocionarse a sí mismo? ¿Sobra el dinero en el Municipio para estar instalando gimnasios?  Las máquinas con que está equipado el que vi deben haber costado un dineral.  Todo esto pude ver mientras mi taxi estaba atrapado en el tráfico porque el semáforo -a cargo de la Municipalidad de Lima- estaba averiado.

Lectura: El sueño de Inocencio

Yo no suelo comprar libros por impulso; menos los libros que rematan los supermercados, y las veces que lo he hecho me he dado un chasco. No obstante ello, mientras hacía las compras en el supermercado, me topé con un libro de Gerardo Laveaga, titulado "El sueño de Inocencio".

Yo sabía que Inocencio III es considerado el papa más grande de la historia. En verdad, gracias a él la iglesia católica es lo que es; él la convirtió en LA IGLESIA, la única y verdadera, apartándola definitivamente de todo el resto de sectas que conformaban el cristianismo en sus inicios, y de la que la ella era una más, y ni siquiera la más importante. Para lograr tal hazaña no bastaba con predicar, había que eliminar al resto de iglesias, es decir, a la competencia. Y cuando se trataba de eliminar, Inocencio III no anduvo con pies de plomo: no sólo asesinaba a los herejes (es decir, a los herejes según él), sino a cuanto se le ponía en el camino, sea un hombre o una ciudad entera, y lo hacía de las maneras más crueles imaginables, para que cunda el ejemplo.

Y esa es a primera razón que tuve para comprar el libro: la biografía de Inocencio III debe ser apasionante. La segunda razón era que necesitaba una lectura ligera para descansar de la magnífica Historia de la República del Perú, de Jorge Basadre, y retomarla con nuevos bríos. Y la tercera, pues el precio: apenas 9 soles.

Trátase de una novela histórica -y ahí el primer chasco: yo creí que era biografía- que narra el ascenso de Lotario de Segni hasta el papado, con el nombra de Inocencio III, su papado y muerte.

El segundo chasco que me llevé fue descubrir el personaje de Inocencio: se esfuerza el autor en construir un joven Lotario frío y calculador y, ya convertido en papa, apasionado por lograr su gran objetivo -el reinado absoluto de la iglesia católica- y al mismo tiempo abrumado por la responsabilidad que carga, pero resulta en un personaje vacío, soso, sin fondo. Me parece que la novela también fracasa en retratar la época en que Lotario / Inocencio III vivió (años 1161-1216), y a ello contribuye, opino, el lenguaje que Laveaga pone en boca de sus personajes, más propio de estos tiempos que de la Europa medieval.

En una novela histórica existe la enorme dificultad de que el lector ya conoce el final. Por eso la virtud de una trama de esta naturaleza está en el contenido del libro más que en el desenlace. Y en "El sueño de Inocencio" se nota casi desde el primer capítulo que el autor no tiene recursos bastantes para atrapar al lector, para llevarlo por intrincados caminos de la ambición de poder, para hacer nacer un sentimiento en el lector hacia el personaje, fascinante por lo demás. Así, el libro es una obra trunca, mal hecha, malograda.

Bueno, eso me pasa por comprar un libro por razones ajenas al legítimo interés, a la curiosidad, al ánimo de aprender, impulso -ya sé-, y lo leí nada más para poder decir con fundamento que no me gustó en lo absoluto. Quien quiera el libro, nada más avíseme, que yo le regalo el mío. Eso sí, corren con los gastos de envío porque yo no pienso gastar ni un sol más en él.


sábado, 24 de abril de 2010

La batería de A day in the life

Ayer me topé con la siguiente cita de Phil Collins en Wikipedia:

"Starr es enormemente menospreciado. La pista de batería en "A Day in the Life" tiene cosas muy complejas. Puedes contratar a un buen batería hoy en día y decirle: "Quiero que lo toques como tal", sin que sepa cómo hacerlo"

No sé si la cita es cierta (nunca confíes en Wikipedia), pero me ha llevado a escuchar la batería de la excelente canción de los Beatles.  Y en verdad, la batería es impresionante.

A quienes colocan a Ringo lejos del primer lugar en la lista de los mejores bateristas de rock, les reto a tocar como él.

Cómo no te mueres

En alguna entrada he renegado de la prensa escrita.  Pues me quedé corto y no di cabida a la prensa televisiva.  Entre la más excelsa representante de esa basura está Mónica Delta.  La biografía de esta señora dista mucho de la corrección de un profesional, ya se sabe.  Desde sus inicios como rendida admiradora y defensora de Alan García, pasando por su ignominiosa actuación durante la dictadura fujimorista al frente del Panorama más hediondo de la historia de la TV, hasta su reaparición el 2009, la única cualidad que ha demostrado Delta es la de ponerse rápidamente en la dirección que soplan los vientos.  Con el desmadre del ponja y su fuga, todos los 'periodistas relevantes' de los noventa fueron echados de la televisión, como se echa a las ratas.  Entonces Delta recaló en Washington, donde su nombre no tenía la mierda como una de sus acepciones popularmente aceptadas.

Los males no duran cien años... y las curas tampoco.  Pasados pocos años de la caída de la dictadura, los empresarios televisivos -esas mierdas- han devuelto a la vida pública a muchos de estos parásitos.  Así, volvió Lúcar con la misma cara de imbécil que le quedó desde que el entonces Presidente Valentín Paniagua le dijo sus verdades en vivo, volvieron las 'geishas' cuyo nombre no recuerdo, regresó Eduardo Guzmán, aquel cínico que en los 90 era conductor de 24 Horas, y volvió Mónica Delta.

Volvió con un programa a las seis de la mañana en Frecuencia Latina.  Allí no la veía.  Luego pasó al noticiero de las diez de la noche.  Aquí sí la vi.  Y viéndola compruebo que nada ha cambiado en ella, sigue diciendo burradas, continúa subestimando la inteligencia de la gente, todavía utiliza el lenguaje para torcer una noticia y presentarla más escabrosa y violenta de lo que es.  Todo en pos de sintonía, que es necesaria para obtener publicidad, publicidad que enriquece al canal y éste a su dueño, quien a su vez vende su línea editorial al poder de turno, y este poder le perdona el pago de impuestos y obtiene una periodista sin conciencia que en vez de fiscalizarlo desde la prensa muestra acuchillados, atropellados, abusados y anuncia como gran primicia al delincuente 'Bolón' jugando fútbol en la cárcel que habita.

Por todo lo dicho, no puedo evitar pensar, cada vez que veo la estúpida expresión de Mónica Delta en la pantalla, cómo no te mueres.

jueves, 22 de abril de 2010

Los amigos perdidos

Siempre ha sido algo difícil para mí hacer amigos.  Conocidos y colegas en el trabajo, tengo muchos, como cualquier persona.  Pero si me piden nombrar a mis amigos, pues la lista se reduce a dos o tres.  Y ninguno está cerca.

Y más difícil aún que hacer amigos, es preservar la amistad de los pocos que tengo.  Yo soy huraño y solitario.  Nunca hago una llamada para saber de ellos, ni siquiera me ocupo de tener sus teléfonos.  Cada cierto tiempo uno aparece y a mí mismo me prometo hacer lo que todo el mundo hace:  llamar, visitar, estar en contacto, no perderse.  Pero irremediablemente ocurre.

Hoy he recibido un mensaje en Facebook de Osmar, un viejo amigo del colegio.  En los últimos diez años no nos hemos visto más de cuatro veces, pero al encontrarnos es como si nos viéramos todos los días.  Ahora me ha dicho que necesita hablar conmigo y me he puesto a su disposición inmediatamente. Le he dado mis números telefónicos y correos.  Y nuevamente me he dicho que tengo que hacer más por preservar los buenos y pocos amigos que tengo.  Veremos si puedo hacerlo esta vez.

miércoles, 14 de abril de 2010

Ripley y el iPad

Los aficionados a los productos de Apple, como este servidor, ya están al tanto del lanzamiento del iPad, el futuro de las computadoras portátiles, según los entendidos.  Para quienes no están enterados -me temo que muchos en Perú- se trata de un tablet PC que se ubica entre el popular iPhone y una Macbook (o una laptop, para los que no saben de qué hablo).














El nuevo iPad de Apple (foto: Apple).


Pero no pretendo explicar los pormenores del producto (para ello, vayan a www.apple.com/es).

El sábado abrí el periódico, como de costumbre, y me di con un anuncio a toda página: Ripley traía el iPad en exclusiva, a un precio de S/. 2,999. Y eso es un robo, pues traen la versión básica, de 16 GB, que en EE.UU. cuesta 499 dólares, o sea, S/. 1422.30.

Pero resulta que hoy el representante oficial de Apple en el Perú dijo que ni ellos ni nadie puede vender el iPad en Latinoamérica todavía, y que no se hacían responsables de las unidades que Ripley venda, ni del servicio técnico, ni nada.

Así que ya saben, el iPad de Ripley está maldito, a menos, claro, que confíes en la Garantía Ripley.  ¿te animas? Yo no.

sábado, 10 de abril de 2010

Hace 40 años hoy

Hace 40 años, un día como hoy, Paul McCartney anunció la separación oficial de los Beatles.



Nadie hizo mucho caso entonces, creyendo que era algo pasajero y de pronta solución.  Y parecía que sí.  Los Beatles, tras intensos 10 años de carrera vertiginosa, estaban saturados.  Lennon deseaba ser un autor vanguardista y políticamente activo, McCartney deseaba que la banda llegue a cotos más altos de popularidad y fama, Harrison  se adentraba en el misticismo hindú y Starr no encontraba su lugar entre tantos egos desatados.

Un descanso era lo que necesitaban.  Pero McCartney demandó al resto el 31 de diciembre de 1970 para disolver los negocios conjuntos, y entonces tomó rumbo de colisión con los otros tres.  Algunas canciones que publicaron dan cuenta de esta triste pelea entre dos genios ("Some people never know", de McCartney y "How do you sleep?", de Lennon).  En 1975 la reunión estuvo muy cerca de hacerse realidad, pero nuevas diferencias la pospusieron.  Todo se truncó la noche del 8 de diciembre de 1980, cuando Lennon murió asesinado.

Sin embargo, los Beatles siguen reinando 40 años después de su disolución.  No hay banda de rock más grandes que ellos.  Nadie ha influido más en la música popular que ellos, nadie ha sido paradigma para tantos, ni ha representado el cambio de la sociedad occidental como ellos.

Y a nivel artístico, nunca más ha existido esa amalgama de talentos, de semejante don para la música.  Así, fue mejor que no se reunieran nunca más luego del 10 de abril de 1970.  Lennon lo dijo una vez: seríamos cuatro viejos oxidados tocando canciones viejas. Sería ridículo.

Ahora los dejo.  Los Beatles, mi banda favorita, me espera... en mi iPod.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Lectura: Gabriela, clavo y canela

Mejor que leer un buen libro es releer un buen libro. De pronto me dieron ganas de disfrutar la pluma inigualable de Jorge Amado, acaso el más grande escritor brasileño, y busqué en mis atesorados libros.

Volví a disfrutar con la historia de amor de Nacib y Gabriela, de la vida en Ilhéus, del poder de los coroneles del cacao, de los personajes inolvidables: Mundinho Falçao, Juan Fulgencio, el Capitán y el Doctor, Ño Gallo; de la belleza y gracia de sus mujeres, entre las que destaca nítidamente Gabriela.

Jorge Amado nos hace estar en ese Ilhéus de 1925, donde se operan grandes cambios debido a la abundante riqueza que da el cacao, y presenciamos la decadencia de los Bastos, la familia que por mucho tiempo dominó los destinos de la región, y la ascención de Mundinho Falçao, representante de una nueva generación decidida a dejar de lado los modos violentos y la manera autoritaria de gobernar de los coroneles del cacao.

Obra deliciosa, entretenida y divertida como pocas; uno termina con la sensación de que ha visto y asistido a la historia ahí contada, como si hubiera sido uno de los parroquianos del Vesubio, sin reparar que todo se lo debemos a la inmensa maestría del gran escritor brasilero que con esta novela, una verdadera obra maestra, no sólo nos muestra el alma bahiana, sino nos hace descubrir en cada uno de sus personajes un matiz de nuestra propia alma. Y eso lo hace un gran escritor.

lunes, 15 de marzo de 2010

El Carrera

Casi un mes que no escribo ni michi en mi blog.  Hasta se me pasó el terremoto de Chile.

En cuanto a esto, sí que me gustaría celebrar algo:  por poco y pierden el Carrera.  La Marina de Guerra del Perú debe estar saltando en una pata con la noticia (y vale alegrarse, ahí no murió nadie).  Les explico.  Como parte de su loca carrera armamentista, Chile se hizo de dos submarinos nuevos, de última generación: los Scorpene, con lo que su poder naval se incrementaba notablemente con respecto al peruano.  Entonces, la fuerza submarina chilena quedó conformada por dos submarinos Tipo 209 y dos Scorpene, llamados O`Higgins y Carrera.  Perú tiene 6 submarinos Tipo 209 en servicio, pero vamos, estamos en desventaja.

El Carrera acoderado en Talcahuano















La cosa es que el tsunami que siguió al terremoto del 26 de febrero hizo estragos en la base de Talcahuano, principal base naval chilena y hogar de los Scorpene.  Parece -la armada chilena no da detalles, como es obvio- que con la noticia del tsunami, el mando de la base ordenó sacar los submarinos a alta mar con tripulaciones de emergencia; pero una cosa es cascar los huevos y otra hacer tortillas: poner en funcionamiento un submarino no es como echar a andar tu auto.  Cuando la primera ola llegó todavía no habían salido de la base los submarinos, pero el O`Higgins logró sortearla con éxito.  El Carrera, parece que iba remolcado, no tuvo igual suerte. La ola hizo que golpeara el fondo del mar y aunque continuó a flote, quedó escorado sobre su lado derecho.  Los daños son cuantiosos, y el Carrera estará fuera de combate por un buen tiempo.

¿Cuánto costará repararlo? Se sabe que los daños son graves, pero la armada chilena no los dará a conocer. Pero por muy alto que sea el costo, Chile lo reparará porque primero, la naves es nueva y, segundo, por una cuestión de orgullo.  En algún lugar vi una foto de la nave escorada, la buscaré.

PD.

El Huáscar, también anclado en Talcahuano, soportó el tsunami sin novedad.  Ojalá se hubiera hundido.  Estoy seguro que el hundimiento de ese navío chileno liberaría a los peruanos de una buena carga de resentimientos.

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