viernes, 29 de julio de 2011

'Teléfono malogrado'

Ayer quise saber a qué hora sale un vuelo a Pucallpa, así que hice lo que todo buen ciudadano hace: llamé al aeropuerto. Me contestó una grabadora que me daba indicaciones, las seguí, me dijo que no hay vuelos, lo cual es imposible porque a diario al menos tres aviones van a Pucallpa, y acto seguido, me cortó. Llamé de nuevo y lo mismo. No había opción de hablar con una persona de verdad.  Entonces llamé a Lan; me contestó otra grabadora, más sofisticada que la anterior y me dijo:
-       Le ayudaré a encontrar el vuelo que busca. Por favor, diga la ciudad de salida.
-       “Lima”.
-       Ahora diga la ciudad de destino.
-       “Pucallpa”.
-       No le oí bien, diga la ciudad de destino.
-       “PU-CALL-PA”
-       ¡El Dorado!- y me colgó.

A mí me saca de quicio llamar a algún lugar y que me conteste una máquina. Aunque entiendo que para las empresas es más fácil programan un contestador automático que capacitar a diez empleados, pagarles un sueldo y todo lo que ello conlleva, tampoco se puede ignorar que vivimos en Perú, donde el respeto a la gente importa muy poco. Entonces, lo que a tales empresas les funciona muy bien en sus países de origen, acá no, porque a nadie le importa un rábano revisar que las grabadoras funcionen bien.

Entonces resulta que tenemos contestadores automáticos como el primer mundo, pero a la peruana; es decir, no funcionan o no dan la información que uno necesita, le endilgan a uno publicidad que no pide y al final cortan la llamada. Y como no hay posibilidad de hablar con nadie, queda uno con la sensación de que se han tirado un pedo en tu cara impunemente. El Perú avanza.

Amy

Me ha dado muchísima pena la muerte de Amy Winehouse. ¿Y por qué habría de darme pena? Porque su música era hermosa, porque sabiéndose atrapada en un callejón sin salida, lejos de rendirse usaba esa tragedia para transmitirnos sensaciones únicas con su extraordinaria voz. ¿Y aun sí, por qué habría de darme pena, si hay otras cosas que la merecen más y no me da nada? No estoy muy seguro. Será que a Amy la sentía cerca cada vez que escuchaba sus canciones, será que su manera única de cantar me hizo sentir simpatía por ella, será que sus letras derrotadas, resignadas a veces, describían cosas que yo también sentía. Será, será. Ahora ha muerto y me ha dado pena. Y desde el sábado no he vuelto a escuchar una canción de ella…, temo que no la vaya a sentir cerca de nuevo.

Hasta siempre, Amy.

No nos defraudes

Al fin ha jurado el nuevo presidente. Y su discurso se ha alejado de la retórica para dar paso a una batería de propuestas sociales. Pensión 65 y Cuna más comienzan ya mismo.

Cuánto ha aprendido Ollanta en estas pocas semanas transcurridas desde su elección. Ha sabido mantenerse a la altura de las circunstancias desde que se supo el resultado de la segunda vuelta, ha dado una excelente impresión en su gira sudamericana, tanto que Obama inesperadamente se reunión él en Washington, saltándose todo protocolo (algo impensable si hubiese ganado la hija del ladrón que está en la DIROES). Ha sabido enmendar la plana a sus lugartenientes sin dejarlos en ridículo innecesariamente (Chehade y Espinoza, uno por Fujimori y la otra el gabinete), y ha sabido contestar con altura a los periodistas, tan dados a querer tirarle la lengua en temas espinosos. Y por último, ha puesto en su sitio a los trogloditas de Patria Roja y la CGTP que le apoyaron en la campaña (Mario Huamán ya se veía a sí mismo como ministro de Trabajo) advirtiéndoles que, o apoyan el modelo económico, o se abandonan el barco.

Así, el radical de izquierda del 2006 parece haberse ido, junto con el fantasma bolivariano; el terrorífico enemigo de la empresa privada ya no es más: el ex jefe de ADEX es ministro ahora, por ejemplo. Ollanta ha aprendido mucho en poco tiempo. Nos ha dado a todos que no votamos por él al principio, pero que lo apoyaron en la segunda vuelta, una demostración de que puede estar a la altura de la responsabilidad de la presidencia, como yo. Y aunque no se puede estar de acuerdo en todo (la línea aérea de bandera y la 'cédula viva' de los militares, por ejemplo), sí cabe esperar buenas cosas de este gobierno, cabe esperar que Ollanta no nos defraude.

Sí, Ollanta, no nos defraudes.

miércoles, 20 de julio de 2011

Ximena y el trabajo infantil

Amaneció el domingo y pasando canales di con un noticiero dominical de América Televisión que informaba el caso de una chica llamada Ximena Hoyos, conductora de un programa en esa empresa, que tenía un tumor en la cabeza descubierto por casualidad por médicos que buscaban lesiones tras un accidente en motocicleta.Quitarlo cuesta S/. 50,000 soles y apelaban a la solidaridad pública -vamos, pedían dinero- para reunir tal cantidad. Aquí escribí algo acerca de esta costumbre de pedir dinero y lo que pienso de ella. Sin embargo, esta chica sólo tiene 14 años, lo que nos lleva a otro tema, específicamente, el trabajo infantil. Veamos.

El Estado Peruano reconoce el derecho de los adolescentes a trabajar estableciendo algunas restricciones (que no sea explotado, que no realice actividades peligrosas, que no interrumpa sus estudios y otros) y "protegido en forma especial". Esta protección especial está encargada a una Defensoría del Niño y el Adolescente, y se apoya en un régimen especial de trabajo con limitaciones claras, obligaciones irrenunciables para padres y empleadores y sanciones para los infractores, todas señaladas en el Código de los Niños y Adolescentes. No hace al cuento enumerarlas, pero pueden leer la ley aquí.

Cuando hablamos de trabajo infantil, no se puede pasar por alto el hecho de que Perú, junto a Bolivia, tiene el triste mérito de encabezar la tabla correspondiente, miserias que el crecimiento económico no se ocupa de remediar. Sin embargo, el caso de la niña Ximena Hoyos es distinto. La Convención N° 138 de la OIT, de la cual Perú es parte, establece que la autoridad establecerá excepciones en cuanto a trabajos artísticos, y la televisión puede calificar de tal, pero se debe evaluar si el programa no afecta la salud física y psíquica del menor, si no obstaculiza su escolaridad y si contribuye a su educación. Como decía, eso es distinto de fabricar ladrillos, reciclar basura, trabajar en minas o vender caramelos, pero no tanto.

Y no es tan distinto porque no debemos olvidar dos puntos capitales en este caso: la televisión, aunque pase por actividad artística, es un trabajo porque Ximena recibe órdenes, cumple un horario y cobra un sueldo; y lo más importante -no nos engañemos- no es normal que una niña trabaje en televisión; no es normal que trabaje siquiera. Una niña debe jugar y crecer libre.

Pero, igual que miles de niños peor que ella, trabaja. Y en tanto trabajo infantil, su labor en América Televisión está bajo las disposiciones del Código de los Niños y Adolescentes. Particularmente me interesa subrayar tres obligaciones que la ley señala: Todo menor debe ser sometido periódicamente a exámenes médicos, debe tener una 'libreta del adolescente trabajador' y debe tener seguridad social obligatoria (artículos 55°, 60° y 64°, respectivamente). Ahora bien, en este caso, yo dudo que Ximena tenga la libreta de trabajador, dudo que haya pasado los exámenes médicos periódicos, y por lo visto -y esto es lo más grave, ahora que está enferma-, no tiene seguridad social, ni ningún seguro médico. ¡Ah...! no tiene seguro. ¿No es esa una contravención a la ley citada líneas arriba? Y América Televisión, lejos de responder por esto, presta su pantalla para que periodistas de la casa, vía reportajes ad misericordiam soliciten donaciones de dinero.

Lo que corresponde es que América cargue con ese gasto, mal que le pese, y que la mentada Defensoría del Niño y el Adolescente defienda a esta niña, porque tampoco debemos olvidar -y esto es una pena- que quienes más atentan contra el trabajo de los menores son los padres.

lunes, 11 de julio de 2011

Otra huelga de transporte: y siguen bastos

Desde ayer se puede ver en los vidrios de ómnibus, combis y cústers cartelitos de "Paro el 13 de julio. Contra el abuso de la MML [Municipalidad Metropolitana de Lima]". Y hoy, he oído a un dirigente del gremio, un tal Ricardo Pareja, rebuznar hablar de las propuestas del Municipio contra las que protestan:

  1. "Buses patrón". Se refiere a la obligación de reemplazar los vehículos viejos con buses de modelo y características únicas, de preferencia que cumplan con las regulaciones Euro 4. A esto se oponen. Seguramente proponen reemplazar los vehículos viejos con otros menos viejos, digamos, de unos 10 años.
  2. A la instalación obligatoria de GPS en las unidades. Se pregunta el dirigente qué tan necesario puede ser el GPS en un vehículo de transporte urbano. ¿Será para verificar si cumplen o no cumplen su ruta?  ¿Será para verificar dónde 'cortan camino'?
  3. La imposición de un cronómetro para verificar su recorrido. A esto también se oponen. Claro, va contra el derecho constitucional a chantarse ante todos los semáforo en verde que hay en su ruta y demorar el tráfico.
Nada de esto se le ocurre a este jumento. Su escasa mollera no procesa el hecho de que casi todas las empresas de transporte operan violando la ley, utilizando a menores como cobradores, contaminando la ciudad, empeorando el tráfico y dando colerones a peatones y conductores con sus maniobras homicidas, propio de bestias, de borricos, de pollinos y jumentos al volante.

viernes, 1 de julio de 2011

¿Eso es libertad?

Como un batacazo me cayó el despido de Rosa María Palacios de América porque su programa era el único que hacía gala de crítica, sensatez, moderación y severidad. La verdad, parecía un lunar en el canal -y en toda la señal abierta, valga la aclaración-, cuyos noticieron plagados de atropellados, vedettes, cantantes de cumbia y amarillismo del peor me da dolor de estómago. Y resulta que la causa no es otra que política. ¿Exactamente cuál? No se sabe.

En plena campaña electoral el grupo El Comercio (dueños de El Comercio, Perú 21, Trome, América TV y Canal N) se puso sin ninguna vergüenza la camiseta anaranjada, tomando partido por la candidata del ladrón y asesino preso en la DIROES, que apenas hace 11 años los tenía contra las cuerdas a punta de intervenciones de la SUNAT y medidas cautelares de jueces lacayos. Miren estas portadas del 4, 7 y 8 mayo:




El nueve de mayo, El Comercio y Perú 21 se alegran de que Keiko haya pasado al primer lugar. Hasta ese momento, nunca había salido del segundo puesto.

Portadas de El Comercio el 11, 12 y 13 de mayo: Humala arremete contra el periodismo, su partido ahonda incertidumbres, y cae la bolsa. ¿Titularán algún día "El Grupo El Comercio arremete contra el periodismo"?


Más portadas de Perú 21, el verdadero caballo de batalla de la campaña de demolición del grupo el Comercio (todas de la segunda y tercera semanas de mayo, cuando la tendencia al alza de Humala ya se mostraba en las encuestas, aunque no se podía publicar por impedimento legal):









Conforme se acercaba la fecha de las elecciones, el grupo El Comercio arreció en su guerra sucia: echó de sus puestos a personas que no comulgaban con su entusiasmo: Laura Puertas y Patricia Moreno (directora periodística y conductora de Canal N, respectivamente) y contrató a Bayly en papel de mercenario para demoler a Humala. Esfuerzos costosos pero inútiles. América TV todavía se dio el afán de vetar un programa que Mario Vargas Llosa iba a conducir ad honorem para contrarrestar el de Bayly, lo que motivó la renuncia del escritor a seguir publicando su afamada columna Piedra de Toque en El Comercio, y la publicación de una carta en la que cubrió de vergüenza a ese diario. El día de las elecciones ya se sabía que Humala llevaba 5 puntos porcentuales sobre Keiko; Perú 21 tuvo esta portada, casi una súplica:
Pero Ollanta Humala ganó, se hizo presidente contra viento y marea. Entonces..., entonces..., no sé qué se desató entonces. El mercenario Bayly dejó el programete que conducía, ya carente de objeto, el grupo El Comercio se quedó sin santo que adorar, se propuso ver la paja en el ojo ajeno y en esas anduvo hasta que Rosa María tuvo que salir, ¿por qué?

Curioso el concepto que tiene el grupo El Comercio de lo que es la libertad de prensa: si ellos insultan, agravian, injurian, si dan cabida en primera plana a testigos falsos, a gente que afirma infundios y que desaparece luego, está bien, es parte de su libertad. Si echan a periodistas que no opinan como los dueños, está bien, es parte de su libertad. Y sin embargo, acusa el presidente electo de ser una amenaza para la libertad, para la prensa, para ellos, acusan a quien no ha hecho nada para darles semejantes argumentos de lo que ellos mismos representan: la censura al que no comulga con las ideas propias, el cierre arbitrario de un medio de información, los oídos sordos al público (mis comentarios en las ediciones on line de esos diarios, si eran sobre temas anodinos, aparecían, si eran sobre elecciones o sobre la postura de los medios, no), el chantaje vía portadas, el insulto gratuito. Ahí están las portadas, a ver, niéguenlo.

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