sábado, 24 de abril de 2010

Cómo no te mueres

En alguna entrada he renegado de la prensa escrita.  Pues me quedé corto y no di cabida a la prensa televisiva.  Entre la más excelsa representante de esa basura está Mónica Delta.  La biografía de esta señora dista mucho de la corrección de un profesional, ya se sabe.  Desde sus inicios como rendida admiradora y defensora de Alan García, pasando por su ignominiosa actuación durante la dictadura fujimorista al frente del Panorama más hediondo de la historia de la TV, hasta su reaparición el 2009, la única cualidad que ha demostrado Delta es la de ponerse rápidamente en la dirección que soplan los vientos.  Con el desmadre del ponja y su fuga, todos los 'periodistas relevantes' de los noventa fueron echados de la televisión, como se echa a las ratas.  Entonces Delta recaló en Washington, donde su nombre no tenía la mierda como una de sus acepciones popularmente aceptadas.

Los males no duran cien años... y las curas tampoco.  Pasados pocos años de la caída de la dictadura, los empresarios televisivos -esas mierdas- han devuelto a la vida pública a muchos de estos parásitos.  Así, volvió Lúcar con la misma cara de imbécil que le quedó desde que el entonces Presidente Valentín Paniagua le dijo sus verdades en vivo, volvieron las 'geishas' cuyo nombre no recuerdo, regresó Eduardo Guzmán, aquel cínico que en los 90 era conductor de 24 Horas, y volvió Mónica Delta.

Volvió con un programa a las seis de la mañana en Frecuencia Latina.  Allí no la veía.  Luego pasó al noticiero de las diez de la noche.  Aquí sí la vi.  Y viéndola compruebo que nada ha cambiado en ella, sigue diciendo burradas, continúa subestimando la inteligencia de la gente, todavía utiliza el lenguaje para torcer una noticia y presentarla más escabrosa y violenta de lo que es.  Todo en pos de sintonía, que es necesaria para obtener publicidad, publicidad que enriquece al canal y éste a su dueño, quien a su vez vende su línea editorial al poder de turno, y este poder le perdona el pago de impuestos y obtiene una periodista sin conciencia que en vez de fiscalizarlo desde la prensa muestra acuchillados, atropellados, abusados y anuncia como gran primicia al delincuente 'Bolón' jugando fútbol en la cárcel que habita.

Por todo lo dicho, no puedo evitar pensar, cada vez que veo la estúpida expresión de Mónica Delta en la pantalla, cómo no te mueres.

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