lunes, 24 de mayo de 2010

Tierra de muertos

¿Eso es lo que significa Ayacucho o Huamanga?  Pues no sé, y no tengo cómo averiguarlo por ahora.  Tal vez mañana me dé una vuelta por la ciudad y visite algunas sus 33 iglesias, sin rezar en ninguna de ellas.... por ahora, me congelo en un pueblo llamado San Miguel, a unas tres horas de Ayacucho por una carretera malísima. Creo que todos los pueblos de la sierra tienen lo mismo: plaza de armas huachafa (en este caso: mayólicas de colores, pileta como platillo volador con la cabeza de Andrés Avelino Cáceres al medio, bancas de cemento que le congelan a uno las nalgas y arbolitos podados en forma de casco, debajo del cual está una banca), iglesia y municipio destartalados, y gente que mira como si uno viniera de Marte.

Este pueblo pintoresco tiene las calles sumamente empinadas, de modo que cada casa colinda con el techo de su vecino, y las cuadras parecen escaleras orientadas hacia el río.  Yo me arrepentí de bajar por una de esas calles para ver el río, porque la vuelta, la subida, fue un suplicio: me quedé sin aire por la altura.  Sin embargo, la gente es simpática y amable.

Lo bueno es que pude ver, desde lo alto de un cerro, la Pampa de la Quinua, donde se libró la batalla de Ayacucho en 1824.  Eso era todo lo que quería conocer de Ayacucho, y ya estaba resignado a que no sería esta vez, sin imaginar que estaría en el camino a San Miguel.  Pero la vi y eso me deja contento.  Claro que me gustaría estar allí mismo, pero no se puede tener todo lo que se quiere.  Me consuela un poco saber que me ahorro el triste espectáculo de ver el lugar lleno de vendedores y mercachifles que afean y ensucian todo.  El toque peruano a los sitios históricos, pues.  Además, ver la pampa desde tan lejos permite imaginar mejor las evoluciones de los ejércitos que se batieron allí y que tantas veces he leído.

Y a todo esto, ¿que qué hago aquí?  Pues otro día lo sabrán, ya bastante tengo con el asunto que me trae como para andar contándolo.  Mañana vuelvo a Ayacucho, y de ahí de nuevo a Lima.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Buscar este blog