martes, 9 de febrero de 2010

It's just me...

Siempre tengo ganas de escribir y opinar sobre múltiples temas, lo que no quiere decir que me las dé de sabelotodo.  Cuando algo llama mi atención, automáticamente nace en mí el deseo de conocer sus características, sus aristas, sus derivaciones, su evolución y, en fin, todo lo que tenga que ver con el tema.  Así, entre 1995 y 2000 era un gran aficionado a los automóviles, y sabía todo lo que hay que saber sobre modelos, marcas y características, lo que me llevó a coleccionar Ruedas & Tuercas, hasta que las regalé porque no podía cargar con ellas en mis años universitarios, pero no me deshice de mi colección de revistas Somos, que va desde 1994 hasta hoy.

La compra casual de un autito de Hot Wheels para participar en una carrera me abrió la puerta a una manía de comprar todos los modelos que podía.  De ahí pasé a los autos a escala más grandes, que compraba siempre que tenía oportunidad, aunque anduviera ajustado de fondos.  ¿Por qué?

Me sucedió lo mismo cuando me volví aficionado a los submarinos y navíos de guerra: quería saberlo todo, y recopilaba información con la firme intención de leerla, ordenarla, condensarla y escribir la descripción definitiva de cada artefacto para…, para… No sé para qué.

Hasta que se me pasó el gusto.  Entonces me llamaron la atención los aviones de combate y sucedió lo mismo.  Siguieron los aviones de pasajeros, luego los misiles y, hoy por hoy, estoy abocado a recopilar y leer todo lo que se refiera a la cohetería, naves espaciales, sondas interplanetarias, cosmódromos y exploración espacial.  Lo devoro todo, lo leo todo, lo guardo, lo comparo, lo traduzco, lo escribo con el propósito de condensarlo todo en un solo texto que nunca me conforma porque nunca termina de estar listo. Hago ahora lo que hice con autos, revistas, submarinos, barcos, aviones y misiles.  ¿Y para qué, para qué?

Y nunca puedo culminar la tarea porque la abrumadora cantidad de información no se puede, digamos, procesar por mano de una sola persona.  Y aún teniendo conciencia de esto, prosigo.

¿Por qué?

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