miércoles, 10 de febrero de 2010

El caso Chacón

¿Seis años de juicio para imponer una sentencia de cuatro años de prisión condicional?, ¿eso es justicia?, ¿el proceso puede durar más que la pena?  Todo un tema para debate.

Allá los legos y eruditos que opinarán.  Para mí es un completo abuso del derecho que un juicio oral lleve seis años, ¡seis!, sumados a los tres años de instrucción en el juzgado hacen nueve.  Nueve años de tu vida en un proceso judicial.  Nueve años, de los cuales casi la mitad se pasaron en prisión preventiva o arresto domiciliario; y todos ellos con impedimento de salida del país.  En ese lapso de tiempo yo terminé la universidad y me gradué de abogado, hice una maestría y tuve dos hijos.

No digo que sean inocentes; antes bien, tengo la certeza inamovible que ese general en retiro, Walter Chacón Málaga, es un vulgar ladrón y su familia, testaferros y en consecuencia, cómplices.  En la cárcel debían acabar.  No me convencen sus caras compungidas y sus forzadas expresiones pidiendo justicia.  Si hubiera la justicia que claman deberían estar tras las rejas de una cárcel, con todos sus bienes confiscados.

Pero también es cierto que una Sala Penal no puede tardarse seis años en sentenciar, por muy complejo que sea un caso.  Más que dificultad en el proceso, yo identifico allí la obstinación de las vocales de juzgar a tanta gente (37 o 38, creo) en un solo caso, pudiendo haber desacumulado el expediente en tempranas instancias.  ¿Por qué no lo hicieron?  Alguien debería obligarlas a responder.  De poder, sí podían y, de hecho, eso hicieron el 2007, 2008 y 2009, ya a causa del cargamontón que prensa y políticos armaron.  Total que de toda esa gente ayer sentenciaron a 3.

El resto, sigue en juicio.

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