lunes, 11 de enero de 2010

Villa Stein y la tecnología

Yo trabajo, para que sepan, en el Poder Judicial.  De modo que paso (pierdo) la mayor parte de mi tiempo en una oficina abarrotada de papeles que me importan un rábano, cuando podría estar haciendo cosas que me den mayores satisfacciones personales.  En eso estoy, pero no es el tema de este post.

Viene a cuento porque acabo de ver en el portal electrónico del PJ la siguiente noticia:

DOCTOR JAVIER VILLA STEIN DESTACA USO INTENSIVO DE TECNOLOGÍA EN EL PODER JUDICIAL
El Presidente del Poder Judicial, doctor Javier Villa Stein, resaltó que la  tecnología de punta está al servicio de todos los actos de la institución que preside, en forma permanente, porque ella va a suplir las deficiencias en el tratamiento procesal de las causas judiciales.
La autoridad judicial se reunió con magistrados y trabajadores de la Corte Superior de Justicia de Tumbes, donde anunció que los servidores contratados mediante la modalidad CAS para la implementación del nuevo Código Procesal Penal en Tumbes serán incorporados progresivamente al sistema del D.L. 728. 


Todo lo que dijo Villa Stein me da risa.  La única tecnología que hay en PJ se llama Toma Razón.  Se trata de un cuaderno de casi un metro de alto y unos 10 kilos de peso, donde se anota todo lo que ocurre en los expedientes.  Es lo último de tecnología colonial, traída de las Españas en tiempo incierto, y sirve para saber dónde se encuentran y en qué estadio procesal se hallan los casos judiciales.  Se supone que con ello ya no necesitas leer el expediente.  Pero en realidad, entre leer un expediente polvoriento y sucio y un cuaderno polvoriento y sucio no hay mucha diferencia.  Salvo el peso, claro.

Mientras Villa Stein, o cualquier otro que venga, no me diga porqué una Juez no dicta una sentencia en el caso laboral de mi hermana, pendiente desde agosto de 2008, cuando el plazo es de 15 días, no me venga con tonterías de tecnología, porque no se me mueve ni un pelo.

Y aunque no viene al tema tecnológico, pero está dicho en el discurso de Villa Stein, les explico que los servidores CAS son una especie de enjendro creado por el Gobierno, según el cual un trabajador realiza las mismas labores que cualquier otro, pero gana menos, tiene la la mitad de vacaciones y beneficios sociales y puede ser despedido cuando le venga en gana al empleador.  El Poder Judicial, siempre buscando cómo evadir las planillas, ha tomado esta nueva forma de contratación.

Yo, cuando ingresé, lo hice con un contrato de "Servicios No Personales", según el cual no tenía beneficios sociales, ni seguro, vacaciones ni nada, y me podía echar en cualquier momento.  Casi dos años tardé en pasar a las planillas. Cuando renuncie, los voy a demandar por ese dinero.

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