De todas las personas a las que puedo fallar, tenía que ser a ti. Esta vez no lo pude solucionar. Es algo insignificante, ya sé, si siquiera merece la pena, pero era importante para ti y debía ser importante para mí. Voy a tratar de arreglarlo ahora.
De todas las personas a las que puedo fallar, tenía que que ser a ti. Pero es que no he tenido manera de evitar meterme en este hoyo. Sí, ya sé que no es un gran problema, ni siquiera es el gran hoyo que parece, en unos días estaré de nuevo a nivel, pero he debido prever que no iba a poder acudir cuando me necesitases, y aun así no he hecho nada. Entonces la falla es doble: por fallar y por no haberlo previsto.
A todas las personas me permito fallarles, y de hecho a todas he defraudado alguna vez, incluso a ti. La diferencia es que contigo no lo puedo superar tan fácil. Contigo lo tengo que reparar yo, no el tiempo. Defraudar al resto no me importa mucho. A todas las personas puedo fallar, pero no a ti, mamá.
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