El anuncio de Google de cerrar el Google Reader me ha cogido por sorpresa. Una desagradable sorpresa. La explicación de la empresa es sencilla: los usuarios disminuyen y se concentrarán en menos productos, verbigracia, su red social Google+, convertida ya en una especie de obsesión.
Y sí, es sencilla para ellos. Pero a mí me ha dejado enojado y con una sensación de orfandad porque el Reader es de lejos la aplicación que más uso, prácticamente todo el día.
Tiene razón Enrique Dans cuando dice que Google desprecia a sus usuarios y que no se puede confiar en ella. Un lector de RSS (eso es Reader) ayuda a lidiar con grandes cantidades de información especializada.
Aunque algunos digan que la gente ahora prefiere las redes sociales para informarse, no es cierto. Allí proliferan los "trending topics" y los "me gusta" y eso, en suma, es sensacionalismo. Uno no busca información en una red social, se la encuentra y la consume por impulso.
En cambio, el usuario de un lector de RSS recibe información especializada sobre temas él mismo escoge, de las fuentes que él elige, y selecciona lo que le interesa leer, lo marca, guarda o etiquetamos para usarlo después como referencia. Es bien diferente.
Y echar a esos usuarios con la esperanza de que vayan a Google+ es un sinsentido, porque buscar información en un lector de RSS es lo contrario a encontrarla en una red social. Al menos yo no iré ni a balas a Google+.
Le lección es que ya no se puede confiar en Google. Hace poco tuve que buscar un reemplazo para Picasa Web Albums porque se convirtió en Google Fotos y fue integrado en Google+: de pronto, mis fotos privadas fueron puestas en una red social.
Pero hacer lo mismo con Reader no fue buena idea. Sí, Google se olvidó del "Don't be evil". Ya va siendo tiempo de olvidarse de Google para servicios que no sean la búsqueda en internet.
P.D.: En cuanto al reemplazo, he probado varios servicios (The Old Reader, Flipboard, Zite, Pulse), y me he quedado con Feedly.
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