Y nos ha abandonado un genio, un visionario, un jefe tirano (je, je) capaz de llamar un día a sus ingenieros y pedirles que diseñen "un teléfono que funcione con un sólo botón. Arréglensela", y ahí está el iPhone, un tipo obsesivo que controlaba cada detalle con severidad, desde el diseño hasta el cable, el enchufe y el empaque final. Pero gracias a eso Apple, su querida empresa, es lo que es hoy, sus productos contienen la última tecnología, pero a la vez son increíblemente intuitivos y simples, sencillamente funcionan a la perfección. Ese hombre nos ha dejado y de veras me apena.
Bueno, dicen que el futuro está en la nube ¿no?, podemos imaginar que Steve ya está ahí.
Hasta siempre, Steve.
(Foto: Apple) |
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